La provincia avanza en un contexto mundial inédito con tranquilidad y crecimiento económico. A ello debe sumársele la gran exceptiva por el retorno a las aulas la semana próxima.
Misiones continúa el ritmo que supo conseguir en el marco de la pandemia; armonioso, pacífico y productivo. El cuidado conjunto entre Estado y ciudadanía contrasta con el descontento exhibido en provincias vecinas.
El año pandémico ha sido de aprendizaje para todos los misioneros, la provincia encontró herramientas para fortalecer y asegurar aspectos claves de la vida en sociedad: la economía, el empleo, la salud, la educación y el ambiente, entre otros. En el marco de una crisis global sin precedentes se acentúan dos pilares que toda familia misionera tiene asegurados: el Estado garantiza derechos humanos básicos como el acceso a la Salud y a la Educación -aquí también se incluye el boleto escolar-. La cobertura estatal en esos dos aspectos constituye entre uno y dos salarios anuales que habitantes de otras provincias deben desembolsar por dichos servicios.
En el transcurso de un año se pueden destacar dos hechos centrales: primero, la fortaleza del sistema de Salud, con equipamiento de avanzada en comparación con la mayoría de las jurisdicciones argentinas que permiten brindar tratamientos de alta efectividad a los misioneros que lo necesiten. Y segundo, el desarrollo de la economía, con una expansión comercial inédita y un incremento de precios y ganancias de todos los productos que forman parte de lo que se conoce como economías regionales: tabaco, madera, té y yerba mate. El sistema binario equilibrado, entre salud y economía, no permitió que ninguna quede supeditada a la otra. Se consiguió y se mantiene un exitoso equilibrio.
Un tercer elemento se suma a la ecuación: la educación. Ante el inminente inicio del ciclo lectivo, con la vuelta a clases presenciales, Misiones puede exhibir un tridente envidiable: Silicon Misiones, la Escuela de Robótica y la Escuela Secundaria de Innovación, que representan un espacio de generación y crecimiento de jóvenes valores que proyectan un escenario vanguardístico de innovación a futuro, no solo para quienes se encuentran formándose allí, sino para la provincia en su conjunto.
Misiones no es ajena a las discusiones globales sobre como debe ser el retorno a la presencialidad, y en esos debates tiene cosas para decir. La experiencia adquirida en cuanto a la modificación del viejo esquema del docente como único interlocutor válido permite estimular la cultura maker y el desarrollo de otras habilidades desde temprana edad.
El gobierno provincial ha hecho de la hiperactividad una norma; acciones, anuncios, intensidad, son cuestiones rutinarias en todo el territorio misionero. El gobernador Herrera Ahuad no tiene un trabajo de oficina habitual, se mueve constantemente, está en contacto con quienes lo necesitan en todos los rincones de nuestra provincia.
Desde la renovación señalan que no es momento ni hay tiempo de involucrarse en la “grieta” o en especulaciones electorales a nivel nacional. Existen otras prioridades: el misionero y sus intereses. Ese acuerdo tácito es respetado por el gobierno y honrado por la ciudadanía.