Por Karen fiege
El ex fiscal general del país oriental se impuso ampliamente a sus dos rivales próximos, Mohsén Rezaí y Abdolnaser Hemmati.
En las elecciones presidenciales celebradas el 18 de junio, Raisi ganó con 17.926.345 votos (61,95% de los votos), venciendo por un amplio margen a Mohsén Rezaí y Abdolnaser Hemmati.
Con un 48,8%, la elección tuvo la participación más baja en la historia del país.
Raisi es la autoridad más importante del Poder Judicial en Irán desde 2019. Con sus 60 años, anteriormente se desempeñó como fiscal general (2004-2019). Desde 2016 es miembro y vicepresidente de la Asamblea de Expertos, el órgano encargado de la supervisión del líder supremo Alí Jamenei.
Sayyid Ebrahim Raisol-Sadati nació el 14 de diciembre de 1960 en el seno de una familia de clérigos persas en Noghan, un distrito de la ciudad santa de Mashhad a 850 kilómetros al este de Teherán, la capital del país.
Ebrahim está casado con Jamileh Alam al-Huda, la hija de Ahmad Alamolhoda, Imam de la oración del viernes de Mashhad y representante del líder supremo en Jorasán Razaví.
Su esposa recibió un doctorado en filosofía de la educación de la Universidad Tarbiat Modares en 2001, es profesora asociada de la Facultad de Ciencias de la Universidad Shahid Beheshti, directora del Instituto de Investigación de Estudios Básicos en Ciencia y Tecnología de la Universidad Shahid Beheshti y titular de la Comisión de Educación del Consejo de la Revolución Cultural.
Raisi tiene dos hijas y dos nietos. Una de ellas está estudiando un doctorado en sociología en la Universidad de Teherán, y la otra hija recibió una licenciatura en física de la Universidad Tecnológica de Sharif.
Actualmente Raisi se refiere a sí mismo como «hoyatoleslam«, un título clerical más bajo que el ayatolá en estatus y privilegios.
Podríamos decir que es un alfaquí, que según la Real Academia Española, significa entre los musulmanes, doctor o sabio de la ley, aunque ley no tiene un significado tan preciso como jurisprudencia para traducir la voz árabe fiqh.
Fiqh significa literalmente “entendimiento” y en su sentido islámico jurisprudencia, ya que la comprensión del Corán y la Sunna servía para determinar las decisiones legales.
Ayer fue la primera conferencia de prensa del presidente electo de Irán, que asume en agosto.
Sin mucho carisma, pero con aceitados vínculos con la clerecía, estamento al que pertenece, respondió varias preguntas, siempre conciso y al pie.
Sobre el Acuerdo Nuclear, dijo que desea que EEUU levante las sanciones, pero no piensa dialogar sin un objetivo claro «solo por dialogar». Culpó a la Unión Europea por no hacerse cargo. «¿Se encontrará con Biden?», le preguntó un periodista ruso. «No. ¿Próxima pregunta?»
Con relación a la cuestión de la política exterior, fue determinante «Irán busca establecer relaciones con todos los países del mundo, excepto con Israel«.
Esto abre la puerta al financiamiento y apoyo estratégico a Hamas y Hezbolá.
Sobre el orden regional, dejó abierta una puerta muy importante: Irán permanecerá en las negociaciones de Bagdad con Arabia Saudita y espera llegar a una próxima resolución a la cuestión de Yemen.
La autora es Diputada Provincial Electa, Subsecretaria de Cambio Climático, Periodista y Abogada.