Por Nicolás Marchiori
Bullrich y Larreta se reunieron para mostrar una foto de unidad, pero no hubo ninguna propuesta por parte de la ex ministra de Seguridad para sumar a la campaña al alcalde porteño luego de derrotarlo en las PASO. Mauricio Macri elogió a Milei en un doble juego que afecta directamente a la candidata de JxC y además puso a uno de sus amigos más cercanos a recaudar fondos para el candidato libertario. Preocupa el rumbo de la campaña de cara a las generales del 22 de octubre.
La primera semana post PASO dejó una serie de hechos relevantes en una alianza de Juntos por el Cambio que, pese a haber definido su candidata a presidente, aún no consigue la claridad necesaria para definir una estrategia efectiva que le permita llegar con chances a un ballotage que parece inevitable en este escenario de tercios.
El pasado miércoles Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta compartieron una foto de unidad en un encuentro llevado a cabo en el Jardín Botánico de la ciudad de Buenos Aires en el que también estuvieron los precandidatos a vicepresidente de ambas fórmulas, Luis Petri y Gerardo Morales.
Voceros de ambos sectores se pusieron de acuerdo para comunicar que en el cónclave se acordó sumar esfuerzos para las elecciones generales y unificar a Juntos por el Cambio.
Lo cierto es que la reunión llevada a cabo entre los cuatro candidatos de la alianza cambiemita acrecentó el clima de incertidumbre.
Fuentes cercanas al jefe de Gobierno porteño confirmaron que no se avanzó en ninguna definición para la campaña. Causó sorpresa en el larretismo que Bullrich fue a la reunión sin nada preparado.
Rodríguez Larreta le pidió a Patricia Bullrich el 40 por ciento de los cargos de su eventual gobierno a cambio de sumarse activamente a la campaña y tratar de retener todos los votos que obtuvo en las PASO. El alcalde porteño obtuvo más de 2 millones y medio de votos, lo que representó un 11,3%.
Desde el sector de Bullrich dejaron trascender que la candidata presidencial de JxC le ofreció a Larreta la jefatura de gabinete de su eventual presidencia y que rechazó la propuesta argumentando que quiere tomarse dos años sabáticos.
Según contaron las fuentes, otro momento controvertido de la reunión se dio cuando la ex ministra de Seguridad le exigió al jefe de Gobierno porteño ayuda para la campaña y señaló que para eso necesita que le aporte la base de datos que posee la Ciudad de Buenos Aires, como así también que le ceda el manejo de la pauta publicitaria.
Larreta le volvió a recordar su pedido sobre los cargos para su gente, a lo que la titular del PRO le respondió: “eso después lo vemos. Primero andá a verlo a Mauricio, comentale esta propuesta y vemos qué dice. Después seguimos hablando”.
El sector de Larreta es consciente de que Bullrich los necesita para la campaña y a su vez detectaron una gran debilidad: a la candidata de Juntos por el Cambio le cuesta muchísimo encontrar el rumbo de su discurso frente a Javier Milei, quien le copó el lugar de “halcón” con su verborragia y vehemencia. La ganadora de la interna se encuentra en un laberinto sin salida en donde debe optar por moderar su discurso para captar al votante de Larreta y mostrarse como más confiable ante las propuestas extremistas del candidato libertario, o bien, endurecer aún más su discurso para contener a su núcleo duro y buscar captar votos de Milei. Ambas tareas serán muy difíciles y los analistas dan cuenta de un complejo escenario en donde corre riesgo de ser absorbida por una polarización entre Massa y Milei en donde los votos moderados de Larreta migren para el tigrense y los votos de la derecha dura se vuelquen al libertario.
La figura de Macri, una amenaza para las aspiraciones de Bullrich
Mauricio Macri tuvo una serie de apariciones posteriores a las PASO que generan gran preocupación en el comando de campaña de la alianza de Juntos por el Cambio. El ex presidente expresó que “Javier Milei es parte del cambio que se viene en la Argentina”. Una declaración que hace mucho ruido puertas adentro del espacio, puesto que da a entender que percibe al economista libertario como un candidato propio. Esta situación genera un peligroso escenario que podría terminar desorientando al votante de Juntos por el Cambio. Se trata de un doble juego que ya comienza a afectar la campaña de Patricia Bullrich.
Macri mantiene una incomprensible estrategia pendular: en teoría apuesta por un triunfo de Bullrich que lo deposite en la presidencia, pero también le pone fichas a Milei y habla bien de él en cada aparición mediática.
El ex presidente aseguró en una entrevista en el canal La Nación + que había soñado con un domingo de elecciones que enterrara las ideas populistas.
En este enrarecido contexto, algunos dirigentes del PRO sospechan que Macri no se siente cómodo en Juntos por el Cambio y preferiría dejar de lado a los radicales, a la Coalición Cívica y a los moderados del PRO. Por lo bajo, un sector del PRO afirma que Macri “cree que los radicales le salen muy caros en términos de cargos”.
Lo cierto es que el juego del líder de la alianza opositora genera mucha preocupación puertas adentro: para llegar a un eventual ballotage, Bullrich debe conservar todos los votos del larretismo y sumar nuevos, algo muy difícil si el ex presidente sigue elogiando al candidato de La Libertad Avanza.
Los vínculos de Macri con Milei son cada vez más evidentes. El ex presidente se siente muy a gusto con el libertario y ahora puso a su íntimo amigo Pedro “Pierre” Pejacsevich a recaudarle fondos para su campaña.
Pejacsevich es dueño de la consultora financiera T&P Asesores, que fundó en 2017 en pleno auge del gobierno de su amigo.
Recientemente trascendió que el empresario íntimo amigo de Macri está recaudando fondos para la campaña de Javier Milei, algo que hace unos meses la revista Noticias reveló que lo hacía para Patricia Bullrich.
Por orden del ex presidente, el empresario se encarga de organizar cenas para juntarle fondos a Milei. Las cenas se realizan en el exclusivo restaurante Elena, del Hotel Four Seasons, con un cubierto que tiene un valor de 50 mil dólares.
Estos movimientos también generan tensión en el seno de La Libertad Avanza porque tanto Karina Milei como Carlos Kikuchi, principales armadores del espacio, no quieren que el amigo de Macri esté a cargo del manejo de fondos.
A esta información se debe agregar que meses atrás Macri le había acercado a Milei a empresarios de su confianza para que lo ayuden y también le recomendó que lo sume a su campaña al consultor político Santiago Caputo, sobrino de su mejor amigo Nicky Caputo.
En el peronismo son varios los que sostienen la hipótesis de que Macri usó a Bullrich para destruir a Larreta y ahora hace lo mismo con Milei para destruirla a ella. El líder del PRO nunca se sintió cómodo con los radicales, la Coalición Cívica y los moderados de su espacio. En esa línea de pensamiento, Milei sería la herramienta para esterilizar la alianza que lo llevó a la presidencia en el 2015 y devolverle la centralidad que se vio erosionada en este último tiempo por dirigentes como Larreta y Vidal.
El autor es Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Posgrado de Especialización en Comunicación de Gobierno y Electoral.