Por Nicolás Marchiori
La ponderación de la voz del pueblo en el Proyecto Misionerista garantiza la defensa de los intereses y necesidades de todos los misioneros sin distinción.
Coinciden diferentes consultores y analistas políticos que la disociación entre el momento de campaña y el momento de gestión es una de las razones de la creciente deslegitimización del sistema político.
El momento de la campaña es el momento de los sueños, de las promesas, de seducir a los votantes para ganar sus preferencias y consecuentemente obtener su apoyo a través del voto.
El candidato generalmente en tiempos de campaña despliega sus encantos y se ajusta a un libreto. Se vende un producto encantador que al momento de gobernar y cumplir con la expectativa desencanta rápidamente. Este fenómeno se ha podido apreciar claramente tanto en la alianza que llevó al gobierno a Mauricio Macri en 2015 como en a la coalición del Frente de Todos. No cumplen lo que prometen.
Terminada la campaña, se apagan las luces y el equipo profesional de comunicación que acompaño en el momento electoral al candidato se aleja. El momento de las promesas deja paso al momento en el que se debe cumplir con lo prometido.
La historia que se contaba en la campaña sin verificación, durante el gobierno puede ser contrastada diariamente con la realidad.
Resulta dramático que la política no entienda que muchas veces la sociedad puede perdonar que no todas las promesas se cumplan, pero que no está dispuesta a perdonar que tanta cercanía durante la campaña se pierda en el momento de hacerse cargo del gobierno.
Sostiene el economista y psicólogo social Luis Babino que este novedoso entorno de alta complejidad, intensidad y velocidad, define un nuevo sistema de legitimación del juego político, en el cual un proyecto solo es sustentable en la medida que logre consensos día a día en un juego donde participan cada vez más actores. En el nuevo entorno donde debe actuar el sistema político, los ciudadanos no son receptores pasivos de los procesos comunicacionales de la gestión gubernamental.
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Récord legislativo
El pasado jueves, tuvo lugar la última sesión ordinaria en la Cámara de Representantes de la Provincia marcando la finalización de un año que entrará en la historia. Pese a la complejidad generada por la pandemia, el Poder Legislativo pudo superar las vicisitudes mediante sesiones virtuales pudiendo retornar a la presencialidad. La producción legislativa de la Cámara de Representantes fue récord a lo largo de 13 sesiones: se sancionaron 91 leyes y se trataron más de 1.500 asuntos entre sanciones en las diferentes comisiones, resoluciones, dictámenes y declaraciones.
En su intervención, el Presidente de la Cámara de Representantes, Ing. Carlos Rovira manifestó que “Esta Cámara ha tratado asuntos todos directamente vinculados a la órbita de interés de todos los grupos sociales de la provincia, desde el medio ambiente, la educación, la salud, las infraestructuras, la tecnología, la juventud, la niñez, las cuestiones de violencia de cualquier naturaleza. Todas, una especificidad nunca vista”.
En otro tramo de su discurso, destacó el clima que se vive dentro de la Legislatura provincial: “Una atmósfera absolutamente distinta. Esto habla de que Misiones está lejos de la grieta nacional, y donde podemos, más allá de los disensos, de los pensamientos, que obviamente creo que, ni siquiera acá hay mayoría y minorías; hay cuarenta pensamientos diferentes, porque somos diferentes las personas y así debe ser”. Y en el orden de ideas agregó: “Yo los animo a hacer el rescate, para eso están las estadísticas también, y los soportes históricos de este poder, y hacer un comparativo de cómo hemos evolucionado desde cámaras y parlamentos donde no se respetaban ni siquiera el horario. No se sabía en qué momento iba a comenzar una sesión y menos en qué momentos terminaban. Las sesiones terminaban, por ahí, días distintos; porque se retiraba un bloque o se retiraba la mayoría. Ni hablar para el quorum. La no grieta en Misiones y la grieta nacional la marca en Buenos Aires. En Buenos Aires para sesionar, primero hay que habilitar el quorum, en el 90% de las sesiones, el quorum hizo fracasar las sesiones. Eso sí es cerne de la grieta. Desviar la posibilidad a que el pueblo tenga habilitado el debate, ni siquiera de sanciones estamos hablando. Bueno, justamente nos marca lo distante. Y también nos promueve a seguir progresando y profundizando esta cuestión”.
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Lealtad al mandante
La semana también estuvo marcada por una contundente manifestación del gobernador Oscar Herrera en defensa de los intereses de los misioneros, cuando dijo que era mejor tener la Zona Aduanera Especial en Misiones (vetada por el Presidente Alberto Fernández luego de que fuera aprobada en la Ley de Presupuesto 2021) antes de salir a controlar los precios ya que sería hipócrita gastar recursos en controlar cuando la gente consigue todo a 50% más barato cruzando el puente.
En el mismo sentido, calificó como “miserable” la asignación de recursos para los bosques, que planteó el gobierno nacional en el presupuesto 2022 y consideró que si la Nación pretende canjear créditos de carbono por deuda externa primero tiene que “empezar por casa” y mejorar los recursos para el cuidado de los bosques.
De esta forma, el Gobernador de la Provincia dejó en claro que los diputados nacionales no votarán el presupuesto nacional 2022 si no aumentan los recursos y las obras para la provincia, que se encuentra en el último lugar de las 24 jurisdicciones por decisión de la Nación.
La misma postura tendrán los diputados nacionales del Frente Renovador de la Concordia si son electos el 14 de noviembre: no votar nada que no beneficie a Misiones y luchar para conseguir más obras y recursos.
En declaraciones a medios locales, el candidato a primer Diputado Nacional de la Renovación Carlitos Fernández manifestó enfáticamente que “Nosotros tenemos bloque propio y no vamos a responder a los intereses de Buenos Aires”, marcando una clara diferencia con los candidatos del Frente de Todos o de Juntos por el Cambio que tendrán que ir a integrar los bloques nacionales y votar en línea con lo que manden los presidentes de bloque, que casi nunca tiene beneficios para los misioneros sino que solamente abona a la discusión de la grieta nacional.
Basta con mirar lo sucedido en el pasado para saber cuál es el comportamiento de las fuerzas políticas nacionales con Misiones cuando les toca gobernar. Ninguno de los dos espacios, tanto Juntos por el Cambio como el Frente de Todos, ayudó a Misiones a mejorar su coparticipación, a tener gas natural, a tener Zona Aduanera Especial ni reglamentar el artículo 10 de la Ley de Pymes para mejorar los precios y competir contra Encarnación.
Existe una tendencia de ambos espacios políticos con anclaje nacional a prometer y no cumplir con Misiones. En tiempos de campaña han demostrado grandes habilidades para vender un producto encantador, pero el día después el único espacio que demuestra su lealtad con el mandante es el quien lleva adelante la transformación de la provincia a través del Proyecto Misionerista.
El autor es Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Posgrado de Especialización en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer y del Centro de Análisis y Entrenamiento Político – CAEP (Colombia).