Por Karen Fiege
Norma Silvero y Sandra Galeano fueron los nombres más leídos en los últimos días. Ambas estarán al frente de la Dirección General de Asuntos Guaraníes y la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad, respectivamente. Pero estas dos mujeres tienen mucho más en común que el género: militantes, empáticas, humildes, solidarias y comprometidas con un proyecto superador. Aquí un breve análisis del perfil de las nuevas funcionarias del misionerismo.
La génesis del Frente Renovador de la Concordia se encuentra ligada a su nombre: la renovación no es simplemente una palabra utilizada por estética textual, sino que hace al concepto mismo del Frente. Lo que distingue al Frente Renovador de cualquier otra construcción política provincial es la capacidad de trascender a las dirigentes y reinventarse, se aggiorna a los tiempos y a las necesidades de la ciudadanía.
Lejos de querer hablar del cliché de «el rol de la mujer», me quiero detener en los valores que nos atraviesan a las mujeres y los hombres que sentimos al misionerismo como una forma de comprender la vida: priorizamos la construcción colectiva en pos del bienestar y la integridad de los misioneros.
Galeano y Silvero forman parte del ejército de mujeres que día a día sienten, construyen relaciones de sororidad, se preocupan y se ocupan de los problemas que aquejan a diferentes sectores, convencidas que no hay mejor manera de hacer política que estar en el territorio y palpar la realidad ajena. Pero, por sobre todo, son dos mujeres que supieron comprender que la manera de llevar a la práctica el misionerismo no tiene nada que ver con los cargos, sino con el rol que cada uno y cada una se compromete a tener desde el lugar que le toque: con la tarea cotidiana de trabajar desde la empatía.
Ambas, con la sencillez de San Francisco de Asís, supieron construir sus espacios y llegar a lugares de poder con la legitimidad de la dirigencia, de la militancia y de la sociedad.
En un espacio tan diverso y heterogéneo como es la renovación, lo que nos permite la concordia entre las distintas generaciones que hoy cohabitamos en ella es que; más allá de haberse formado por peronistas, radicales e independientes guiados por la conducción del Ing. Rovira, supieron transmitirnos a nosotros, los nativos renovadores, que el requisito indispensable para pertenecer y lo que siempre debe movernos es el amor incondicional por la provincia de Misiones.
Por ello considero que el escenario que se plantea con las designaciones de Norma Silvero y Sandra Galeano es altamente prometedor para todos los misioneros.
La autora es Subsecretaria de Cambio Climático, Periodista y Abogada.