Por Nicolás Marchiori
Encuestadores confirman la consolidación de Sergio Massa como el candidato con mayor intención de votos de cara a las PASO. La radicalización de los discursos de Larreta y Bullrich y los intentos por diferenciarse uno de otro generan heridas profundas en el seno de la alianza opositora difíciles de cicatrizar.
La primera semana tras el cierre de listas ha dejado un escenario que permite múltiples lecturas. En el frente Unión por la Patria, la figura de Massa capta toda la centralidad, y los sondeos de opinión pública dan cuenta de ello. El tigrense ha logrado concentrar la heterogeneidad de expresiones del espacio, mientras que Grabois capta un sector del electorado más progresista del oficialismo que hubiese preferido a De Pedro. En este contexto, todo se encamina para que el actual ministro de Economía se erija como el candidato más votado en términos individuales.
Por su parte, en la alianza de Juntos por el Cambio el escenario luce con menor claridad. El nivel de crispación interna se agiganta semana a semana y esto responde a una cuestión lógica, el nivel de paridad en intención de votos tanto de Larreta como de Bullrich los obliga a adoptar posturas más radicalizadas desde lo discurso para diferenciarse uno de otro y lograr así un margen de ventaja a favor que les permita erigirse finalmente como el candidato a presidente de la principal fuerza opositora.
Ahora bien, lo que desvela a los armadores de uno y otro bando es el efecto que puede llegar a tener este altísimo nivel de confrontación habida cuenta de que luego de las PASO ambos deberán cerrar filas y trabajar mancomunadamente con el firme objetivo de que Juntos por el Cambio pueda alcanzar colarse en un eventual ballotage, habida cuenta de la paridad que se vislumbra en el escenario de tres tercios de cara al primer round electoral del 13 de agosto.
El guiño de los mercados a Massa
La confirmación de Sergio Massa como pre candidato presidencial dentro de Unión por la Patria tuvo su impacto positivo en los mercados. El lunes posterior al cierre de listas y a lo largo de toda la semana, el mercado dio señales positivas en referencia a la postulación del ministro de economía: los bonos argentinos subieron por encima de los dos dígitos (17% promedio) tanto en la Bolsa de Buenos Aires como en Wall Street, el riesgo país descendió a niveles mínimos de hace 4 meses y el dólar, lejos de sufrir sobresaltos, parece haber alcanzado un punto de equilibrio. Es sabido que el sector empresario tiene cierta preferencia por Massa y los números de la semana lo confirman.
El mercado celebró la unidad del oficialismo de cara a las PASO, un reclamo que vienen haciendo importantes jugadores del sector empresario argentino a la clase política en general. Los hombres de negocios vienen pidiendo tanto al oficialismo como a la oposición señales claras, certidumbre y sobre todo previsibilidad.
Hoy por hoy, con la nominación de Sergio Massa, el frente Unión por la Patria parece haber recogido el guante y respondido consecuentemente al pedido del sector empresario.
La unidad mostrada por el oficialismo da cuenta de un orden político, elemento fundamental para brindar certidumbre y empezar a trabajar en materia de estabilización.
Esta reacción positiva de los mercados es coincidente con los números que vienen reflejando las principales consultoras de opinión pública. El precandidato de Unión por la Patria sería el más votado el próximo 13 de agosto, con un porcentaje que oscila el 24 y el 28% dependiendo de la encuestadora. Con el paso de los días, las mediciones dan cuenta de que Massa gana robustez y volumen político.
La radicalización de los discursos atenta contra Juntos por el Cambio
Cada semana la interna de Juntos por el Cambio nos acerca un capítulo nuevo, con la particularidad del recrudecimiento del nivel de violencia discursiva. Si bien está claro que tanto Larreta como Bullrich deben diferenciarse para lograr captar adhesiones que le permitan erigirse como el candidato del espacio, lo cierto es que el nivel de confrontación está afectando a ambas figuras.
El Jefe de Gobierno porteño, luego de la confirmación de las candidaturas salió decididamente a diferenciarse del ala dura del PRO. Criticó en duros términos la gestión del Macri durante su presidencia. Consideró que el modelo impulsado por el ex presidente fue un fracaso.
Lejos de bajar el nivel de confrontación, manifestó en una entrevista en Radio La Red que: “El cómo hace toda la diferencia, el cómo es la diferencia entre lograrlo y no. Patricia lo propone desde el mensaje fuerte. Así no funcionó, es la historia de la Argentina. Llevamos 100 años de antinomias, peleas; gente que no piensa como yo es el enemigo, que hay que matarlo, que el adversario político todo lo que diga está mal, que el Gobierno tiene que empezar de cero”.
Las respuestas desde el sector de Patricia Bullrich no se hicieron esperar. La misma precandidata lo tildó de “ventajero” y “oportunista”.
En diálogo con Clarín, la ex ministra de seguridad de Macri expresó visiblemente ofuscada: “Me parece de una enorme bajeza moral, oportunismo y falta de ética que Larreta, que se jacta de haber trabajado 20 años con Macri, haga cualquier cosa con tal de conseguir un voto”. Y remató: “Hay límites en una campaña, es un ventajero total, no puede decir algo así de quien fue su jefe político durante tanto tiempo. Me parece muy deleznable”.
Por su parte, el compañero de fórmula de Bullrich, Luis Petri, sostuvo que “es decepcionante escuchar a Larreta criticar más a Bullrich y a Macri que a los verdaderos responsables del desastre del país, que son el kirchnerismo y Massa. No vale todo, no somos lo mismo, no se construyen mayorías con los que desprecian los valores republicanos y alientan el populismo decadente en la Argentina. Se los enfrenta, con coraje y valentía”.
Cuando faltan poco más de 40 días para las PASO nacionales, el Jefe de Gobierno porteño ajustó su discurso con miras a la disputa con Patricia Bullrich, su contrincante en la interna de Juntos por el Cambio, por el dominio opositor. Con el objetivo de captar adhesiones en el núcleo duro de PRO y seducir a indecisos, el referente opositor puso en marcha una estrategia para convertir sus debilidades en fortalezas.
Hasta el momento se ha podido observar en sus primeros spots de campaña a un Larreta intentando resaltar que tiene firmeza para enfrentar al kirchnerismo.
Las principales consultoras dan cuenta de un final abierto en Juntos por el Cambio, ninguna de las mediciones permite vislumbrar una diferencia marcada a favor de ninguno de los dos contendientes.
Atento a este escenario, es esperable que el nivel de ataques cruzados siga escalando, con el objetivo de sacar una luz de ventaja sobre su contendiente y consagrarse así finalmente como el candidato de la alianza en las elecciones generales de octubre.
Se desinfla el fenómeno Milei
El espacio del candidato libertario comienza a mostrar señales de resquebrajamiento. El declive de Milei por acción y omisión del propio libertario ya se ve en las mediciones que dan cuenta de una retracción de la intención de voto que ha perforado el piso del 20%. Según las encuestadoras, la intención de voto del economista ronda entre 15 y el 19%.
Milei viene atravesando semanas de gran turbulencia interna, pese a ser el único candidato del espacio. A la salida de su armador Carlos Kikuchi se le suma una serie de denuncias de referentes de todo el país por sus desmanejos en torno al armado en las provincias.
Lo más reciente y que sacudió a La Libertad Avanza mediáticamente (aún no se ha medido su impacto en la opinión pública) es la declaración de Juan Carlos Blumberg que manifestó que se llegaron a pedir hasta 50.000 dólares por una candidatura.