Al igual que en la anterior medición disponible (septiembre), en octubre la facturación comercial real creció un 10% en términos interanuales, siendo la más alta de Argentina.
El CEP XXI (Centro de Estudios para la Producción), organismo dependiente del ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, acaba de publicar la última edición de su Panorama Productivo. Dicho informe expone indicadores de las distintas áreas que hacen a la producción argentina: Intermediación financiera; Agro; Electricidad, gas y agua; Comercio; Pesca; Industria; Servicios inmobiliarios y profesionales; Enseñanza; Salud y Servicios Sociales; Administración Pública y Defensa; Minas y canteras; Transporte y comunicaciones; Construcción; Hoteles y restaurantes; y Otros servicios.
El estudio detalla que el país finaliza uno de los años más complejos de la historia económica mundial contemporánea de una manera más parecida a como comenzó este 2020 (previo a la irrupción de la pandemia del coronavirus). “Tras caer el récord histórico de 26% entre febrero y abril, la economía argentina se ha ido recuperando mes tras mes; para septiembre (último dato disponible), la caída respecto a febrero se había reducido al 7%”, explica el informe. El 74% de lo perdido en el peor momento económico de la pandemia se ha recuperado, no obstante lo cual, hay que mencionar que la recuperación es heterogénea: finanzas, agro, servicios públicos (electricidad, gas y agua), comercio e industria han mostrado niveles cercanos a los previos a la pandemia; mientras que sectores como hoteles y restaurantes o servicios personales y recreativos (peluquerías, clubes o cines) mantuvieron niveles de actividad sumamente reducidos.
En estos últimos meses parece haberse reactivado la actividad productiva de sectores que venían muy golpeados, como la gastronomía y el turismo. Es menester destacar, señala el análisis del CEP XXI, que el impacto pandémico se ha sentido en todo el país, pero de modo muy diferente. Dos factores son los que inciden en las diferencias territoriales:
- La dinámica sanitaria (la cual tiene impactos directos sobre la circulación de las personas)
- El perfil productivo de cada región
Es importante resaltar, especifica la investigación, que el último punto se relaciona directamente con la estructura productiva de cada provincia, con las especializadas en agroindustria con menores afectaciones que las que se dedican a actividades no esenciales.
Un indicador relevante para observar el impacto de la pandemia a nivel regional es el porcentaje de los empleadores de cada provincia que tuvieron parte de sus salarios pagados por el Estado a través del Programa ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción). “En el total del país, 306 mil empleadores fueron beneficiarios de al menos un ATP, lo que equivale al 55% del total nacional. Esta cifra llega a 338 mil si se incluye a 32 mil empresas que no percibieron salarios pagados por parte del Estado, pero sí el beneficio de la postergación/reducción de contribuciones patronales (que también forma parte del programa ATP)”, relata el informe del Centro de Estudios para la Producción.
El mencionado 55% es el resultante del promedio nacional: en el tope del ranking se ubican CABA (65%), Tierra del Fuego (63%) y Neuquén (60). Mientras que entre los que menos ATP necesitaron se encuentran Misiones, San Juan, Santiago del Estero, Entre Ríos, Chaco, La Pampa, Corrientes y Formosa; que recibieron entre 45% y 40% de ATP. Esto “obedece a una mayor especialización agroindustrial y a que el impacto sanitario fue, en general, menor al de la media nacional”, subraya el documento.
En cuanto a la actividad comercial, Misiones (junto a Formosa) se mantiene como líder nacional, registrando una suba interanual del 10%. Lo que destaca aun mas esa cifra es que se producen en medio de una retracción nacional en torno al 5% en términos interanuales (con fuertes caídas como las de Neuquén -17,8%-, San Luis -14,1%- Tierra del Fuego -13,6%-, Tucumán -13,5%-, Santa Cruz -12,6%- y CABA -12,4%-). Las razones del dinamismo de la actividad comercial misionera son el mencionado perfil agroindustrial provincial, junto con el cierre fronterizo de los pasos de fronterizos con Paraguay (y Brasil, en menor medida), por donde se “fugaban” millones de pesos mensualmente en compras.
Luego de esta síntesis de los resultados arrojados por el último informe del CEP XXI, podemos esbozar tres conclusiones:
- La actividad comercial y productiva seguirá su repunte en Misiones (se puede augurar una buena performance de los programas Ahora, destinados específicamente para las fiestas de fin de año, por ejemplo)
- Esto fue resultado del perfil agroindustrial provincial, los cierres de pasos fronterizos con países vecinos y los satisfactorios resultados sanitarios que permitieron evitar colapsos y la relativamente veloz reapertura de actividades
- Es necesaria e imprescindible alguna medida de peso por parte del gobierno nacional para que la provincia continúe y potencie esta senda de crecimiento; ya sea una zona aduanera especial o subsidios y exenciones fiscales para algún sector particular (el vinculado a la economía del conocimiento, por ejemplo)