Por Nicolás Marchiori
Nuevamente, Misiones se transformó en la primera provincia argentina en contar con presupuesto aprobado para el próximo ejercicio financiero. Un hecho que adquiere gran relevancia en un contexto nacional marcado por la incertidumbre y en donde se observa a la dirigencia de las dos grandes fuerzas del país desacopladas de la realidad y perdidas en los laberintos del poder.
Sostiene el brillante Zygmunt Bauman en su icónica obra “Modernidad líquida” que el más profundo y quizás único significado de progreso está construido a partir de la conjunción de dos creencias íntimamente ligadas: que “el tiempo está de nuestra parte” y que “somos nosotros quienes hacemos que las cosas sucedan”. Ambas creencias viven y mueren juntas (y siguen vivas en tanto aquellos que ostentan el poder de hacer que las cosas sucedan las confirmen a diario con sus acciones). Como lo expresara Alain Peyrefitte, “el único recurso capaz de transformar un desierto en la tierra de Canaán es la confianza mutua de los miembros de una sociedad y la confianza de todos en el futuro compartido que les espera”.
El influyente Jacques Attali ha sugerido recientemente que nuestra idea de futuro y nuestra participación en el están hoy regidas, si bien solapadamente, por la imagen del laberinto; esa imagen es el espejo privilegiado en el que nuestra civilización en su estadio presente contempla su apariencia. El laberinto como alegoría de la condición humana fue un mensaje transmitido por los nómades a los sedentarios. Han transcurrido milenios, y finalmente los sedentarios han ganado la confianza y el coraje suficiente como para enfrentar el desafío de un destino laberíntico. Attali señala que “en todos los idiomas europeos la palabra ‘laberinto’ se convirtió en sinónimo de complejidad artificial, oscuridad inútil, sistema tortuoso, fronda impenetrable. ‘Claridad’ se convirtió en sinónimo de lógica”.
Es necesario destacar que para estimar el valor de las políticas públicas, debe hacerse un análisis serio de su efectividad. El pueblo sigue teniendo, con su voto, el derecho a decidir qué quiere que se haga y de elegir a quienes deben hacerlo. Ahora bien, la política no se hace en los discursos floridos, sino en el mundo real, para personas reales. Es por ello que se transforma en una obligación para la clase dirigente hacer que lo bueno crezca.
Una importante herramienta para garantizar gestión
El Presupuesto provincial sancionado por unanimidad el pasado jueves en la Cámara de Representantes de la Provincia se destaca por ser austero, transparente, responsable e inclusivo, pero por sobre todas las cosas cumplible. Al momento de su exposición, el diputado Lucas Romero Spinelli, Presidente de la Comisión de Presupuesto, remarcó que cuando se proyectaron las pautas macro fiscales para el ejercicio 2023, al momento de la presentación del presupuesto al mes de junio del 2022 se contemplaban diez puntos menos de inflación y un punto más de crecimiento económico, lo que implicó realizar un incremento al cálculo original. Asimismo, destacó que la Provincia cuenta con dos recursos fundamentales: los recursos propios de Rentas Generales y los de Coparticipación Federal, y que ambos son riqueza misionera. En el caso de la Coparticipación Federal es riqueza misionera que se cobra y es administrada por la AFIP y vuelve en un índice de coparticipación que hoy por hoy es el más bajo del nordeste argentino. Claro está que la provincia es castigada por un sistema de reparto obsoleto que no se ajusta ni a la realidad económica ni a la realidad poblacional, ya que la provincia de Misiones es la séptima economía del país y cuenta con una población que supera el millón trescientos mil habitantes, lo que la ubica como una de las más pobladas del NEA.
En este contexto, Romero Spinelli resaltó que “desde el gobierno provincial no dejamos de hacer los reclamos que consideramos justos y merecidos a favor de todos los misioneros al Gobierno Nacional. Dentro de los cuales se destacan el pedido de una Zona Aduanera Especial (creada por ley y luego vetada por el Presidente Alberto Fernández), mayor inversión en obras eléctricas claves en el desarrollo de nuestras industrias, y la llegada del tan anhelado gasoducto.
La Ley votada por los diputados tiene un fuerte sesgo a favor de la inversión social: el 67% del Presupuesto 2023 estará enfocado en tecnología, salud, educación disruptiva, boleto estudiantil gratuito, infraestructura, contención a los sectores vulnerables.
Lo cierto es que el trabajo conjunto entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo se ve reflejado en la aprobación de este Presupuesto, que aumenta las partidas de cada área del Estado. Lo que ubica a Misiones como la jurisdicción con mayor inversión per cápita en salud y desarrollo social, además de exhibir un alto nivel de empleo.
El Presupuesto sancionado es fruto de una serie de exposiciones de los responsables de cada área de gobierno, las cuales ofrecieron un estado de situación preciso de la actualidad de la provincia.
La solvencia del Modelo Misionerista
En la sesión del jueves pasado, el diputado Romero Spinelli enfatizó que durante el período de emergencia epidemiológica y sanitaria, el gobierno provincial priorizó cuidar la vida y la salud de los misioneros, pero también estuvieron entre los objetivos de la gestión el cuidado de la economía, las fuentes de trabajo misioneras y las empresas que producen y generan valor agregado en la provincia. En ese período, que generó gran incertidumbre a nivel mundial, la economía misionera mostró un crecimiento exponencial, con pleno empleo en diversas áreas de la producción como la de la yerba, el tabaco, la producción de té, la industria, el turismo y el comercio.
Los indicadores que exhibe Misiones son contundentes:
– El Producto Bruto misionero alcanza los 20.000 millones de dólares (según datos del IPEC), lo que da un producto bruto de 14.285 dólares per cápita.
– Es una de las provincias que lidera a nivel nacional la creación de puestos de trabajo en el sector privado formal, solo en el mes de junio, generó más de 2.000 nuevas fuentes de trabajo. En este escenario, conserva su posición como la provincia con el mercado laboral formal privado más grande del NEA (concentra el 36,7% del total regional) contando con 105 mil trabajadores registrados; duplicando de esta forma a Chaco y Corrientes y cuatriplicando a Formosa.
A nivel nacional se ubica como la décima provincia en cantidad de trabajadores y tercera del Norte Grande. Y solo tenemos 52 trabajadores públicos cada mil habitantes, chaco 73, Formosa 80, corrientes 54.
– Es la provincia con más desarrollo industrial del NEA, con 1.414 industrias instaladas, que también duplican a las provincias vecinas. Aquí es importante considerar que su superficie es de 29.800 km², lo que representa un cuarto si se la compara con la vecina provincia de Corrientes que posee 88.999 km².
– En cuanto a la ejecución presupuestaria acumulada al cuarto trimestre del 2021 la inversión social (Educación, salud, desarrollo social) supera en 32% en términos absolutos a la provincia de Corrientes; en cuanto a obra pública en un 73 % en total, y si hablamos de desarrollo de la economía en un 354%.
– Un dato a remarcar es que con el aumento de casi el 70%, se ubica como la segunda provincia del país con mayor aumento relativo en la cantidad de empleo en el sector del software, dejando en evidencia los óptimos resultados en la implementación de la economía del conocimiento como política de estado.
– Fue la provincia que más exportó del nordeste argentino en el primer semestre del 2022 y logró su mejor performance en, al menos, los últimos tres años, impulsado por la pasta papel, la yerba y el té. Con un incremento interanual del 7%. Los datos indican que exportó por 215 millones de dólares en los primeros seis meses del año y lidera en el NEA concentrando el 38,3% de las ventas de la región. En el 2021 exportó por 465 millones de dólares.
– Lidera en la cantidad de patentamientos de motocicletas y automóviles, venta en supermercados, despacho de cemento, desarrollo de la obra pública y privada; entre otros informes sectoriales que exponen con claridad las fortalezas de la economía misionera; un esquema caracterizado por la simbiosis entre un sector privado naturalmente emprendedor y un Estado provincial presente que con políticas activas potencia el desarrollo económico.
La incongruencia dialéctica de la oposición misionera
Pese a acompañar el proyecto de Ley de Presupuesto, los discursos de la oposición misionera dieron muestras de una dirigencia mezquina, desorientada y que apela a detalles casi irrelevantes en la inmensidad de una gestión que cuida y defiende a los misioneros para tratar de empañar la realidad.
Con total desparpajo, diputados de la bancada de Juntos por el Cambio cuestionaron el sistema de salud misionero, modelo en la región. Se quejaron, entre otras cosas, de la falta de descentralización de los centros de alta complejidad. Es inconcebible pretender, no sólo en Misiones, sino en cualquier lugar del mundo que los centros de salud de alta complejidad funcionen en puntos geográficos con baja densidad poblacional. Además de insólito, el planteo es paradójico, teniendo en cuenta que cuando gobernaron el país degradaron el Ministerio de Salud a una simple secretaría.
Otra de las grandes contradicciones en el discurso de la fuerza que encarna al neoliberalismo privatizador en Misiones fue la crítica hacia al esquema tributario de la provincia. Se hace necesario aclarar que el impuesto sobre los Ingresos Brutos es un impuesto provincial por excelencia que se cobra en todas las jurisdicciones del territorio argentino. ¿Cómo pretenden que se financie la provincia? Máxime cuando es castigada por un modelo de coparticipación que ha quedado obsoleto y no se condice con la realidad. Es necesario aclarar que por cada $4 que Misiones produce, la Nación sólo le devuelve $1. Y si de castigo se trata, tampoco se debe olvidar que los diputados nacionales misioneros pertenecientes a la bancada de Juntos por el Cambio privaron a la provincia de más de 96.000 millones de pesos en inversiones y obras públicas cuando votaron en contra el Presupuesto Nacional 2022.
Volviendo a las críticas por el cobro del anticipo de Ingresos Brutos (no es un nuevo impuesto), la implementación de esta herramienta LEGAL, ya que nunca fue declarada como una acción inconstitucional, sirvió para erradicar la evasión impositiva de poderosos sectores empresarios que se llenaban los bolsillos a costa de esta maniobra que perjudicaba y jaqueaba las arcas provinciales. Lo cierto es que desde la dirigencia misionera de JxC, crítica de los esquemas impositivos, nada se dice del impuesto a las tarjetas de crédito que cobra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en manos de Horacio Rodríguez Larreta. La famosa doble vara.
Al fin y al cabo, lo que constituye la mayor muestra de hipocresía de los referentes cambiemitas misioneros es que por un lado son férreos defensores y militantes de un Estado reducido al máximo, que no cobre impuestos, pero por el otro quieren un Estado presente que brinde salud de calidad, educación de calidad, y que apoye a los sectores productivos. ¿Cómo? Es la pregunta que se hacen todos.
El autor es Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Posgrado de Especialización en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer y del Centro de Análisis y Entrenamiento Político – CAEP (Colombia).