Por Nicolás Marchiori
La vocación del Frente Renovador por la defensa permanente de los intereses de la provincia de Misiones frente al poder central.
El territorio de las Misiones siempre ha tenido gran relevancia en la historia del federalismo argentino. El antecedente más antiguo nos lleva a la redacción, de puño y letra del General Manuel Belgrano, de las bases del que se ha considerado el Primer Proyecto de Constitución del Río de la Plata, el cual culminó a finales de diciembre de 1810 en el Campamento de Tacuarí. Del trabajo llevado adelante por Belgrano resultó el Reglamento para Régimen Político y Administrativo y Reforma de los 30 Pueblos de las Misiones, reglamento este que fuera incorporado por Juan Bautista Alberdi como uno de las bases de la Constitución Nacional.
Otro hito histórico se produjo cuando los Pueblos de las Misiones, bajo el mando del prócer Andresito Guaçurarí, se sumaron y fueron parte de la gran gesta federalista que por impulso de Gervasio Artigas dio origen a la Liga de los Pueblos Libres, también conocida como la Liga Federal, la cual tuvo su momento cúlmine el 29 de Junio de 1815 en el arroyo de la China (Concepción del Uruguay – Entre Ríos) cuando se desarrolló el Congreso de los Pueblos Libres, que tenía como finalidad alcanzar la organización política de las provincias federales, adoptando medidas económicas y comerciales.
Ahora bien, en honor a la verdad la vigencia del federalismo a lo largo de la historia argentina no ha logrado pasar de ser más que una proclama, que nunca pudo ser realmente efectivizada por las trabas impuestas por el poder central.
La realidad demuestra que las provincias argentinas no tienen poder, y el inorgánico poder que alguna vez pudieron haber ostentado, lo han perdido después de la Batalla de Pavón y de la brutal matanza de Cañada de Gómez, llevada adelante por los ejércitos lanzados sobre el interior del país en la “Guerra de Policía” pregonada por Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento y criticada fuertemente por Juan Bautista Alberdi.
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Los tiempos previos a las elecciones de diputados nacionales son el momento propicio para reflexionar acerca del rol que deben cumplir los legisladores elegidos para que representen a Misiones. Se trata de un ejercicio ciudadano muy necesario a la hora de analizar las opciones a elegir ya que los legisladores deben ser representantes y defensores de los intereses del Pueblo en el ámbito del Congreso de la Nación, no deben claudicar en los reclamos por las deudas pendientes y los derechos postergados que tienen las provincias del interior profundo. Los electores deben poner su atención y escuchar cuáles son las propuestas de cada sector, además de tomarse un tiempo para analizar las respectivas trayectorias para poder realizar evaluaciones propias.
“Todo tiene que ver con todo, con esta realidad que hoy Misiones desde el fondo de la historia, una provincia lejana del país central, ha venido pasando todas las vicisitudes de la historia, los planteos de la historia, los desafíos de la historia con el mismo temperamento. Nacimos rebeldes del Poder Central, pero no una rebeldía absurda y salvaje, sino una rebeldía arraigada en lo nuestro.”, con estas expresiones el Conductor de la Renovación, Ing. Carlos Rovira, daba cuenta de cómo el devenir histórico ha marcado la razón de ser del Misionerismo en el histórico encuentro llevado a principios de año, bajo el más estricto protocolo sanitario, con referentes políticos y funcionarios en el Parque del Conocimiento. En el mismo reivindicó la figura de Gervasio Artigas, expresando que: “Artigas quería la unión, quería el verdadero federalismo pero con una visión desde adentro, no el federalismo que conciben los porteños, el país central o las provincias centrales. Una visión realmente igualitaria”.
En aquel extenso repaso por la historia de los pueblos remarcó que “con las ideas estamos combatiendo. En paz, sin grieta, porque somos antigrieta, pero nuestras ideas forman parte de esos sueños inspiradores del Misionerismo”. Seguidamente, destacó enfáticamente que “para no quedar fijados a la historia y a nuestra silla, levantando la mano cuando los patrones de Buenos Aires de los partidos políticos piden que se vote tal o cual cosa. ¡No!, los representantes de Misiones y de nuestro espacio político están comprometidos a seguir y votar lo que indica el Pueblo de Misiones, como se ha hecho hasta aquí”.
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El egoísmo unitario plasmado en el veto de la Zona Aduanera Especial
En el caso de Misiones, hay un reclamo unísono y contundente que une a todos los ciudadanos y que fue vetado por el presidente, a pesar de ser aprobado por todos los diputados del Congreso de la Nación. La Zona Aduanera Especial, luego de su creación e incorporación a la Ley de Presupuesto 2021, que fue sancionada el año pasado, se convirtió en un derecho adquirido que pertenece a los misioneros y que el Frente Renovador, en carácter de impulsor y gestor original de este derecho, viene prometiendo que no va a claudicar ni descansar hasta que se haga realidad, sea con el actual Presidente o con otro.
Se trata de una simple definición impositiva que en términos reales tendría un costo insignificante para el Estado Nacional, pero para Misiones representaría una palanca de desarrollo y crecimiento económico de todos los sectores y en forma definitiva, porque mejoraría las condiciones para producir, industrializar y exportar nuestros productos, como así también representaría un imán para atraer nuevas empresas que generen miles de puestos de empleo y crecimiento económico, además de potenciar las inversiones en todos los rubros.
El impacto positivo que fuera descripto precedentemente torna inentendible el gesto mezquino que implicó tomar la decisión de vetar una herramienta tan importante de transformación y crecimiento para los misioneros. Cuando hablamos de la importancia que tiene para el elector el análisis pormenorizado de cada una de las propuestas políticas durante la campaña, éste evidentemente será un punto importante para la reflexión. El argumento de que hubiera tenido un costo económico alto no se condice con las políticas monetarias y económicas, en momentos en donde la Nación imprime 500 mil millones de pesos para inyectar a la economía doméstica, medida que en el corto plazo se traduce en más inflación y consecuentemente mayor demanda de las organizaciones sociales, cuyo poder crece día a día en virtud de su alto poder de fuego y movilización.
El veto a la Zona Aduanera Especial se percibe en la opinión pública como un acto de egoísmo unitario, totalmente contrario al supuesto federalismo que se pregonó y que se prometió en el trayecto de campaña presidencial del 2019 por parte del Frente de Todos.
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Por Misiones
En la conferencia de prensa llevada a cabo en Casa de Gobierno en la medianoche del 6 de Junio, luego que se confirmara la contundente victoria del Frente Renovador en las elecciones de legisladores provinciales, el Ing. Carlos Rovira expresó que “La gestión de nuestro gobierno y los gobiernos anteriores de la Renovación han puesto el mismo acento, la misma dedicación en cuidar y proteger, y cumplir y buscar cumplir todo lo que atañe a Misiones. El resto del país no sólo nos mira, viene a aprender de los misioneros y esto a mí me motiva un orgullo tremendo”.
Desde la visión innovadora y proyectada hacia un futuro de crecimiento que tiene Carlos Rovira, el espacio que defiende el Misionerismo logró el consenso total y absoluto de que la antes citada Zona Aduanera Especial era una herramienta que hubiera sacado a Misiones de la postergación de tantas décadas. Todos así lo entendieron y compartieron: las confederaciones económicas, las cámaras de comercio, la industria, los diferentes rubros de la producción, los trabajadores, los emprendedores y hasta los partidos de la oposición reconocieron que se había realizado un trabajo con mucha dedicación y cuidado, proyectando y planificando un escenario que solo tenía beneficios, sin ningún atisbo de mezquindad, porque el crecimiento y las mejoras llegaban en forma horizontal hacia todos los sectores.
Como lo ha manifestado en aquella conferencia de prensa el Conductor de la Renovación, la realidad actual demuestra que los partidos nacionales no logran reflejar con toda claridad la centralidad del sujeto de los espacios federales. La mayoría de las veces, en el juego político de los partidos nacionales siempre se termina obedeciendo y cumpliendo las agendas de Buenos Aires en detrimento de la resolución de los verdaderos problemas del Pueblo que los elije como representantes de la provincia, y es allí donde se desconfigura y diluye la figura del legislador que deja en un segundo plano la defensa de los intereses de sus comprovincianos.
El autor es Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis. Posgrado en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer.