Por Karen Fiege – Diputada Provincial Electa
El proyecto que desarrolla el Frente Renovador viene demostrando en la praxis que trasciende el bipartidismo histórico de la argentina, transformándose en una expresión del sentir misionero en donde confluyen hombres y mujeres de diferentes extracciones políticas como así también de sectores independientes que se sienten representados por esa defensa irrestricta de los intereses de Misiones y su gente.
Cada vez son más las provincias que, con profunda admiración, buscan imitar al modelo Misionerista impulsado por el proyecto político de la Renovación. Como lo ha expresado el conductor del espacio, Ing. Carlos Rovira: “La Renovación no se subordina a decisiones de partidos políticos nacionales, pero sí atado al interés y a la elección del pueblo misionero. La provincia vive una experiencia política extendida en el mundo. Hoy el mundo se está alejando de los grandes partidos de las grandes corporaciones políticas; el mundo está yendo hacia lo local, hacia lo pequeño, que hay que atender”. Y de eso se trata la esencia de la Renovación, volver a lo local para defender los intereses de sus comprovincianos, lo que deja en evidencia la existencia de la crisis del federalismo ante las asimetrías impulsadas y generadas desde el poder central.
En la noche del pasado 15 de agosto se confirmaba la reelección de Gustavo Sáenz como Gobernador de Salta. En el discurso brindado en el marco de los festejos expresó: «hoy empieza a escribirse una nueva historia en Salta, y espero que sea la mejor. No debemos permitir que esa grieta que duele, lastima y separa a los argentinos, se encuentre en Salta. Acá no hay vencedores ni vencidos. Hay un pueblo salteño que ha tomado la decisión de que trabajemos juntos, que dejemos de pelearnos entre los políticos y peleemos por los problemas que afectan a la gente, que son la pobreza, la falta de empleo, la inseguridad, la falta de oportunidades para los jóvenes”. Y manifestó con énfasis que “Hoy nace un nuevo movimiento en Salta, un movimiento provincial, donde abrimos la puerta, los brazos y el corazón a todos los salteños de bien que quieran acompañarnos para sacar a Salta adelante”.
En la misma línea, hace algunas horas, el también reelecto gobernador correntino Gustavo Valdés dejó en claro que: “cada agravio o discriminación que nos hagan desde el poder central o desde cualquier otro lado, podamos responder con un abrazo y decirle ‘che, amigo, venite, vamos a construir juntos’. Aquellos que confiaron en el otro espacio político, que sepan que tenemos los brazos abiertos para abrazarlos y decirles que sus ideas también son buenas y pueden aportar a la construcción de la correntinidad”.
En ambos casos traídos a colación, tanto en Salta como en Corrientes se puede advertir el intento de construcción de movimientos políticos abiertos y generosos, algo que es un elemento distintivo de la Renovación desde su génesis.
El proyecto Misionerista viene demostrando en la praxis que trasciende el bipartidismo histórico de la argentina, transformándose en una expresión del sentir misionero en donde confluyen hombres y mujeres de diferentes extracciones políticas como así también de sectores independientes que se sienten representados por esa defensa irrestricta de los intereses de Misiones y su gente.
«El resto del país no solo nos mira, viene a aprender de los misioneros y eso a mi me motiva un orgullo tremendo», decía Carlos Rovira en el Parque del Conocimiento el pasado mes de marzo, haciendo referencia a que muchas provincias (Salta, Córdoba, San Juan) vienen a copiar los modelos de las políticas públicas impulsadas por el gobierno misionero sobre todo las relacionadas con la tecnología y el cuidado del ambiente.
Queda claro que la autodeterminación y el coraje de Misiones, es contagioso y transciende las fronteras.
El presente vuelve a revivir esa misma lucha entre unitarios y federales de los albores de la Patria, pero con otros matices, ya que pareciera que el poder central olvida que las provincias son preexistentes a la creación del Estado Argentino.
“La Revolución de Mayo, nuestra Revolución, es uno de nuestros sueños inspiradores, de seguir acompañando, buscando esa revolución con otros medios, con otras herramientas por supuesto. Ya no se levantan armas, ya no hay caudillos. Con las ideas estamos combatiendo. En paz, sin grieta, porque somos antigrieta, pero nuestras ideas forman parte de esos sueños inspiradores del Misionerismo”, remarcó con un profundo sentimiento el Ing. Rovira en una de sus últimas apariciones públicas.
La solidez y coherencia del misionerismo pensado por el conductor de la Renovación es tal que hasta los opositores políticos terminan tomando diferentes ideas e iniciativas con un marcado ADN misionerista para maquillarlas y venderlas como propuestas propias (tal es el caso de la conectividad de toda la provincia y el reclamo inclaudicable de la Zona Aduanera Especial, aprobada por el Congreso de la Nación y vetada por el Presidente) a una ciudadanía que hace más de 15 años es protagonista de una transformación extraordinaria de la provincia que sigue su camino del crecimiento pensando en el ciudadano misionero como centro de todo.