Por Karen Fiege
El flamante presidente estadounidense nombró a un descendiente de armenios y libaneses como Director Regional de Comunicaciones.
El discurso de Joe Biden el pasado 20 de enero tuvo 1549 palabras. La que más veces repitió fue “todos”, una elección nada casual. A solo días de asumir, cumpliendo con sus ejes de campaña y teniendo presente la diversidad cultural del mundo libre, nombra a un armenio libanés como Director Regional de Comunicaciones de la Casa Blanca. Ike Hajinazarian, de 26 años, es el elegido. Nació en Columbus, Ohio, de padres inmigrantes armenios-libaneses.
Solamente en 2019 emigraron a EE.UU. más de cien mil ciudadanos armenios y en cuanto al país de los cedros, el número es cercano a los 130 mil. Estos datos, proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas, se suman a otros que son igual de interesantes: por un lado, solamente el gigante de América es el receptor de casi el 20% del total del flujo migratorio mundial en los últimos 25 años. Por otro, 46,6 millones de personas abandonaron sus países de origen para instalarse en EE.UU. por diferentes motivos y en distintas condiciones.
Hajinazarian se graduó de la Universidad de Indiana y de la Escuela de Gestión Política de la Universidad George Washington. Se desempeñó como Secretario de Prensa Regional del Oeste de Pensilvania para la campaña de Biden después de formar parte de la campaña durante las elecciones primarias y generales en New Hampshire, Nevada, Texas, Ohio y otros estados.
Antes de unirse a la campaña, trabajó en Capitol Hill, primero como asistente de prensa del senador Demócrata Joe Donnelly de Indiana, y luego como Subsecretario de prensa en el personal mayoritario del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara.
Han pasado apenas un puñado de días desde que el nuevo presidente de los Estados Unidos tomó posesión de su cargo, aún queda mucho por develar, pero estas primeras iniciativas de rasgos aperturistas son un alentador primer paso.
La autora es Subsecretaria de Cambio Climático, Periodista y Abogada.