Por Nicolás Marchiori
Pensar la política con racionalidad más allá de la grieta, en comunicación directa con la gente y rescatando el verdadero federalismo olvidado.
A decir de Steven Pinker, la racionalidad es el principal motor del progreso. Sostiene este lingüista y psicólogo canadiense, considerado uno de los hombres más influyentes del mundo, que la humanidad, desde la Ilustración, ha experimentado un progreso espectacular, no sólo en lo material sino también en lo moral. Muchos movimientos sociales se lanzaron por primera vez mediante argumentos razonados, cuando un filósofo o pensador demostró por qué tal práctica es insostenible. Estos manifiestos o discursos se volvieron virales y se discutieron en diferentes ámbitos, antes de influir en la opinión pública, y luego fueron asimilados a la sabiduría popular.
Pinker sostiene que en la actualidad, contamos con instituciones para superar nuestros sesgos y errores de razonamiento, como la ciencia, el periodismo responsable o la gobernabilidad democrática. Estas instituciones utilizan mecanismos para tratar de eliminar la irracionalidad: revisión por pares en la universidad, evidencia empírica en la ciencia, verificación de hechos para los medios. Incluso Wikipedia tiene un sistema de corrección. Pero no hay nada de eso en las redes sociales. Facebook o Twitter muestran reacciones inmediatas. La reputación de sus usuarios se basa en su capacidad para generar indignación, no en su precisión.
La racionalidad colectiva depende de normas explícitamente diseñadas para promover la objetividad y la verdad. En efecto, la importancia de la racionalidad radica en que nos permite tomar mejores decisiones en nuestra vida y en la esfera pública, y es el principal motor de la justicia social y del progreso moral.
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El pasado jueves, tuvo lugar en el SUM de la Municipalidad de Posadas una conferencia de prensa brindada por el conductor del Frente Renovador de la Concordia, Ing. Carlos Rovira, acompañado por el Gobernador Oscar Herrera Ahuad y el Intendente de la ciudad de Posadas.
El momento más importante de la cita con los periodistas locales fue cuando Rovira anunció que están dadas la condiciones para la consolidación de un “bloque neorevisionista” que le de una nueva característica al escenario político nacional. Al mismo tiempo, remarcó que el voto debe ser un voto que asegure no a determinado partido o determinada facción sino que asegure la agenda. Es decir que los temas que van a tratar los representantes de Misiones sean los temas de de la provincia, no los de un partido político por obediencia partidaria.
En honor, a la verdad la vigencia del federalismo, a lo largo de la historia argentina no ha logrado pasar de ser más que una proclama, que nunca pudo ser realmente efectivizada por las trabas impuestas por el poder central.
La realidad demuestra que las provincias argentinas no tienen poder, y el inorgánico poder que alguna vez pudieron haber ostentado, lo han perdido después de la Batalla de Pavón y de la brutal matanza de Cañada de Gómez, llevada adelante por los ejércitos lanzados sobre el interior del país en la “Guerra de Policía” pregonada por Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento y criticada fuertemente por Juan Bautista Alberdi.
Cuando el conductor de la Renovación habla de “neorevisionismo”, hace alusión a un espacio en donde coincida una agenda común que logre resultados para todas las regiones postergadas del país. Revisión propone una idea muy fuerte a rescatar y a poner arriba de la mesa algo que está olvidado. Impulsar un verdadero federalismo. Una visión de país federal que Misiones comparte con Córdoba, Salta, San Juan, Neuquén, Chubut, Rio Negro.
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Garantía de continuidad
El Ing. Rovira sostuvo que “la gestión es y será el eje central de comunicación con la sociedad porque entendemos que allí se sintetiza el amor, las ideas, el apego y la dialéctica” . Y expresó con énfasis que: “La única garantía que tienen los misioneros es que poseen un bloque renovador de los grandes bloques nacionales. No va a aportar como todos los demás a la famosa grieta que imponen agenda donde la provincia está absolutamente ajena, y el pueblo misionero, más aún” .
Los tiempos previos a las elecciones de diputados nacionales son el momento propicio para reflexionar acerca del rol que deben cumplir los legisladores elegidos para que representen a Misiones. Se trata de un ejercicio ciudadano muy necesario a la hora de analizar las opciones a elegir ya que los legisladores deben ser representantes y defensores de los intereses del Pueblo en el ámbito del Congreso de la Nación, no deben claudicar en los reclamos por las deudas pendientes y los derechos postergados que tienen las provincias del interior profundo. Los electores deben poner su atención y escuchar cuáles son las propuestas de cada sector, además de tomarse un tiempo para analizar las respectivas trayectorias para poder realizar evaluaciones propias.
En alusión a ello, Rovira advirtió “no he visto aportes y proyectos que sigan rescatando a Misiones en el contexto nacional y es por eso que queremos la máxima representación de nuestros representantes, que van a cumplir esa tarea. Van a estar al lado del Gobernador, los intendentes y más que eso, al lado del pueblo” .
En un tramo de su alocución, Carlos Rovira fue tajante al expresar que “no nos proponemos solo ganar una elección, nuestra aspiración es profundizar con los aspectos que ya comenté (en referencia a darle continuidad al proceso transformador de Misiones), enriqueciendo el espacio político para aportar ideas en el proyecto de país”.
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Grieta y desconcierto
Otro hecho trascendente para la política local fue la visita del gobernador correntino Gustavo Valdés, quien pisó suelo misionero en el marco de un pedio de apoyo por parte del radical Martín Arjol. Una visita que no solo despertó enojo en el sector yerbatero, ya que defiende a las grandes empresas correntinas y perjudica a los pequeños productores misioneros, sino que causó una indignación generalizada en muchos ciudadanos que interpretaron que Arjol pide el voto de los misioneros pero luego podría terminar obedeciendo órdenes y directivas políticas del jefe correntino.
El candidato de la alianza de Juntos por el Cambio no oculta su cercanía con el modelo político y económico de Corrientes, donde el Estado cobra impuestos bajos para favorecer a un pequeño puñado de grandes empresas que le dictan las medidas e influyen sobre las decisiones. Hay funcionarios que pasan a las empresas y otros que van desde el sector privado a la gobernación con frecuencia. Este modelo no tiene ningún impacto social positivo ya que el Estado puede generar recursos para escuelas, viviendas, asfalto, hospitales y asistencia social, como si ocurre en la provincia de Misiones.
De hecho, el pensamiento económico de que es mejor no pagar impuestos en el mundo fracasó y en la pandemia significó que los ricos se vuelvan cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
En la campaña local se observa con insistencia que Arjol viene repitiendo frases sueltas a favor del argumento de bajar impuestos, pero sin explicar de manera concreta a quién pretende beneficiar. Asimismo, en consonancia con el relato de la campaña nacional llevada adelante por Juntos por el Cambio, pide el acompañamiento de los misioneros con su voto “para poner un freno al kirchnerismo”, contribuyendo a una grieta que está cada vez más lejos de los verdaderos intereses del pueblo misionero.
El autor es Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Posgrado de Especialización en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer y del Centro de Análisis y Entrenamiento Político – CAEP (Colombia).