Por Aníbal Blasco – Licenciado en Comercialización
La desfinanciación de las provincias por parte del gobierno nacional fue brutal durante enero, en términos interanuales las transferencias fueron un 56% menores. Misiones no fue la excepción del ajuste libertario, la tierra colorada recibió un 83% menos que en enero de 2023.
En un momento de convulsión por el revés recibido con la no aprobación de la ley ómnibus, la acefalia monetaria del cargo con el presidente Milei en un viaje poco entendible, más espiritual y propio que de geopolítica, el co-gobierno Macri-Mileista es hoy ya un hecho casi formal, con los alfiles de Macri Caputto y Sturzenegger los negocios del empresariado argentino y ajuste a la clase media y baja son el orden del día desde el 10 de diciembre, sin un programa concreto de estabilización económica, ni de desarrollo productivo y, lo mejor para ellos, sin consecuencias directas, Macri logra lo que no pudo llevar a cabo en su mandato sin costo alguno.
Una vez licuados los ingresos de la clase media, jubilados, maestros, y clase baja ahora continúan con al ahogo a las provincias. El recorte a las distintas jurisdicciones, especialmente a Buenos Aires, fue de un 56% en términos reales comparado con enero de 2023. Eliminaron las transferencias de recursos a cajas previsionales provinciales, infraestructura de hospitales, políticas educativas y penitenciarias, entre otros. El informe publicado recientemente por OCIPEx es estremecedor.
Si se hace el desglose (sin los recursos del Fondo Nacional de Incentivo Docente) queda demostrado el ahogo a las provincias. ¿A cuáles les hicieron transferencias? A Catamarca, Corrientes y Tierra del Fuego para obras de agua potable. Los ATN (aportes del Tesoro Nacional) solo fueron a Corrientes.
Se puede apreciar aquí que Misiones recibió (sin el FONID) un 83% menos de trasferencias desde Nación comparado con el mismo mes de enero 2023, situaciones similares se aprecian en prácticamente todas las provincias argentinas que en suma han logrado que sea electo un presidente que termina siendo su verdugo. Pero eso no es todo, la suerte de los municipios con aun menor capacidad de maniobra que las provincias han sido peor, prácticamente todos los municipios han recibido cero transferencias, entre ellos los misioneros.
Los ajustes más relevantes del gobierno nacional estuvieron en políticas ambientales con -83%; política laboral -65%; provincias -56%; vivienda y agua potable -50%; salud, industria y seguridad social más del 30% de recorte. La obra pública la paralizaron casi completamente. Disminuyó un 88% respecto a enero de 2023 en términos reales y solo se realizan obras con financiamiento internacional. La inversión en rutas cayó un 63% y un 52% en agua potable.
La inversión en salud cayó un 63% interanual y se eliminaron las transferencias a hospitales, medicamentos en respuesta a HIV, prevención y control de enfermedades transmisibles y medicamentos. A su vez, el PAMI sufrió un recorte del 34% del presupuesto girado respecto a enero de 2023.
El gobierno eliminó las transferencias a comedores y la compra de comida se redujo en un 72%.
En educación se eliminó la inversión en infraestructura escolar y se redujo un 96% la inversión en notebooks para la alfabetización digital.
El gasto en jubilaciones y pensiones cayó un 43% respecto a enero de 2023. Las mayores caídas se vieron en los más indefensos: prestaciones por moratoria (-53%), ex combatientes de Malvinas (-83%), pensiones no contributivas y madres de más de 7 hijos (-97%).
En tanto se avanza en fundir a los argentinos a través de desfinanciar a las provincias, el pago de la deuda al FMI como a otros organismos multilaterales se mantienen.
El plan de austeridad se ha manifestado como otra cosa, un plan de abandono que poco tiene que ver con tan elocuentes alocuciones que se dictaban en los canales de televisión pocos meses atrás, donde los castigados iban a ser los que hoy están más apalancados que nunca y los beneficiados iban a ser los que hoy sufren (sufrimos) con angustia la realidad de la economía real, familiar, laboral, la de salir a ganar tiempo (más que dinero) para seguir esperando que los actuales dirigentes dejen de castigarlos/nos.
Misiones, al igual que las demás provincias, se encuentra ante un desafío que muchos políticos y dirigentes nunca lo experimentaron, quizás las cuentas ordenadas locales sean capaces de dar algo de sostén más que en otras regiones. Los programas “Ahora” se sostienen actualmente solamente con fondos propios, así como se verán los pagos y sostenimiento de sus estructuras. Llama la atención de legisladores opositores locales que salgan por redes a solicitarle a los municipios medidas en vez de dirigirse al gobierno nacional pidiendo que envíen las transferencias a las provincias. En el medio de estas tibiezas el gobierno provincial se encuentra atravesando una dura cruzada, que aún sigue a flote, son tiempos en los que se verá nítidamente quienes están a favor de que “Primero Misiones” siga siendo un estandarte y quienes seguirán discutiendo nombres, posiciones y lugares con el país central.