Por Karen Fiege
El 23 de abril se celebra el Día de San Jorge, uno de los santos más grandes de la Iglesia. San Jorge sirvió en el ejército romano del emperador Diocleciano (284-305 DC) quien, tras descubrir la fe cristiana del santo, ordenó su tortura.
Incluso, después de su muerte, el santo mártir realizó muchos milagros y entre ellos se encuentra la liberación de un dragón feroz que asoló a los habitantes de la ciudad de Beirut. Cuenta la leyenda que la Bahía de San Jorge, en la capital libanesa, sería el lugar donde el santo mató al dragón en una gruta con siete cuevas, ubicada en la desembocadura del río Beirut.
La monumental Catedral Maronita de Beirut fue construida sobre el modelo de Santa Maria Maggiore en Roma. A petición del entonces obispo de Beirut, monseñor Youssef Al Debs, notables de las familias maronitas financiaron su construcción, inaugurada en 1894, símbolo de la importancia de la población cristiana que se afincaba con mayor frecuencia en Beirut y cuyo número había aumentado a principios del siglo XX.
Tras la guerra civil, las mismas familias maronitas financiaron su restauración, finalizada en el año 2000, y situada junto a la Mezquita Mohammed al Amin. Su campanario de 70 metros contiene una campana de 2.660 kg fabricada en Normandía. Una curiosidad: la nota de Do mayor de esta campana se puede escuchar a lo largo de 12 kilómetros alrededor de la Iglesia.
También encontramos su figura en la Catedral Ortodoxa de San Jorge en Beirut, considerada la iglesia más antigua de la capital libanesa, y que ha sido una gran atracción para ortodoxos griegos, coptos, católicos y maronitas durante muchos siglos.
¡Feliz día de San Jorge!