Juan Manuel Rossi, presidente de Fe.Co.Fe. (Federación de Cooperativas Federadas), presenta un informe de la Mesa Agroalimentaria Argentina que detalla el cuadro de situación durante el gobierno de Milei: aumento en importación de alimentos, descenso en el consumo interno e incremento de costos que provocan el abandono de las explotaciones agrícolas.
El titular de la Federación de Cooperativas Federadas (Fe.Co.Fe.) Juan Manuel Rossi abordó las conclusiones del informe que presentó la Mesa Agroalimentaria Argentina, titulado “Dos años de Milei, dos años de deterioro”. Rossi argumenta que existe un deterioro acelerado en las condiciones productivas, comerciales y sociales del campo, incluyendo pequeños productores, cooperativas y economías regionales. Este deterioro es producto de un modelo que promueve la desregulación, la apertura importadora y la concentración, dejando a la mayoría sin herramientas para sostener la producción. El informe busca poner en palabras y datos la difícil situación que atraviesa el sector agroalimentario.
Según el documento, la importación de vino ha aumentado un 415% en 2024. En cuanto al consumo de yerba mate, el informe indica que el precio en góndola bajó solo un 31,8%, y la diferencia quedó en manos de las empresas molineras. Además, las importaciones de yerba mate han aumentado más del 80% en comparación con 2023.
Juan Manuel Rossi sugiere que para la recuperación y el futuro de la producción agrícola en Argentina se necesita:
* Frenar el esquema de destrucción actual: es fundamental detener el modelo que está causando el deterioro en el sector.
* Pensar una política productiva en el país: Argentina necesita un plan de producción que no ha tenido en décadas, que promueva la generación de más productores, más pueblos y más fábricas.
* Ser productores de alimentos para el mercado interno: el objetivo principal debe ser asegurar que nadie pase hambre en Argentina.
* Exportar alimentos de calidad con valor agregado: después de satisfacer el mercado interno, se debe aprovechar la capacidad de exportar alimentos de calidad a buen precio y con mucho valor agregado, generando riqueza.
* Un nuevo esquema fiscal: se requiere un sistema fiscal que beneficie a los pequeños y medianos productores, a las pymes y a las cooperativas, y que sea promotor en lugar de confiscatorio.
* Un sistema de crédito para producir: el sistema financiero debe estar orientado a la producción y no a la especulación financiera.



































































