¿Es efectivo? ¿A quienes conviene? ¿Cómo funciona en Misiones?
El nuevo sistema de la petrolera de bandera se resume en que algunas de sus estaciones de servicio irán modificando hacia abajo o hacia arriba en base a demanda, competencia y flujo vehicular. Además de variables macro como el precio del dólar, los impuestos, los biocombustibles y el precio del barril internacional de crudo.
En el caso de la ciudad de Posadas, por ejemplo, la distribución geográfica es clave: una estación que está más cerca del centro, con mayor movimiento, va a estar siempre más cara que una que está más alejada. Con la intención de redistribuir el mercado, los precios bajarán en zonas que tengan menos densidad poblacional. Así también se evita la congestión y los recorridos innecesarios.
La diferencia de precio nominal no es mucha, pero si cuando se hace el cálculo de kilómetros que se deberían recorrer desde un barrio de la periferia al centro, por seguir con el mismo ejemplo. En ese caso, si implica una diferencia importante en el gasto de un vehículo.
YPF analiza 170 corredores en todo el país a través del real time intelligence center, su espacio de inteligencia artificial con el que monitorea la dinámica de ventas de cada una de sus 1600 estaciones de servicio, lo que incluye la venta de combustibles, café, hamburguesas, tráfico, etc. A partir de esa información, los precios cambiarán de forma dinámica con aumentos y rebajas que no sean previsibles. El sistema ya se aprobó en estaciones de Buenos Aires y otros puntos del país. Hay que mencionar que solo en Julio YPF subió un 6% sus precios.
La compañía informó que se extenderá en breve a todo el país la experiencia piloto sobre el precio bajo durante la madrugada, el volumen de ventas aumentó un 28% entre las 0hs y las 6hs respecto al promedio de los 6 meses previos. El crecimiento se observó principalmente en corredores urbanos y en estaciones con alto flujo de clientes en esa franja horaria.
La política que no se modifica es la que tiene el país hace casi 2 años de comerciar a precio internacional internamente para usuarios particulares, comercios e industrias, pagando así el mismo costo que países vecinos sin el recurso natural como Uruguay o Paraguay. Pero eso, como diría un gran director técnico de fútbol –hoy pasando no su mejor momento- son decisiones.