El símbolo en cuestión consiste en un lazo verde con girasoles. Este proyecto será convertido en ordenanza próximamente por el Concejo Deliberante de la capital misionera.
El proyecto para implementar el símbolo de discapacidades invisibles surgió cuando la profesora Laura Ruiz Díaz, de la EPET N°1, convocó a los estudiantes para el Parlamento Estudiantil. La idea principal era que el proyecto tuviera un impacto social significativo y, al mismo tiempo, un bajo impacto presupuestario. Estos criterios fueron clave porque muchos proyectos presentados en parlamentos estudiantiles o de otros grupos (como personas mayores o con discapacidad) no se llevan a cabo debido a problemas presupuestarios. El proyecto se basa en una iniciativa internacional que se busca reconocer legalmente en el sistema legislativo de la ciudad. La iniciativa fue presentada por el estudiante Santino Croucciee.
El propósito del símbolo de discapacidades invisibles es funcionar como una alarma silenciosa y voluntaria para que las personas puedan avisar a su entorno, especialmente a quienes atienden al público, que podrían necesitar ayuda extra o una comprensión distinta.
Funciona como una “alarma silenciosa” porque permite a la persona indicar su condición sin tener que acercarse, explicar su situación o dar explicaciones incómodas. Se basa en un principio de buena fe, donde la persona lleva el indicativo para señalar que cree que puede necesitar ayuda en ciertos espacios públicos o una comprensión diferente.
El proyecto se transformará en una ordenanza, que se entiende como un programa. El objetivo es implementarlo en diferentes espacios de la ciudad de Posadas y que los comercios se sumen, buscando una sensibilización en los distintos ámbitos.



































































