Camila Ocampo, titular del Centro de Estudiantes de la FHyCS de la UNaM, se refirió las complicaciones que viven los estudiantes de la Universidad pública y la propia institución, así como la extensión de una herramienta fundamental para que muchos puedan continuar estudiando: el Boleto Estatal Estudiantil Gratuito.
El gobernador Hugo Passalacqua anunció en las últimas horas la extensión del BEEG -Boleto Estatal Estudiantil Gratuito- hasta el 19 de diciembre. Esta herramienta se ha convertido en un aspecto esencial para sostener la matrícula en los distintos niveles educativos. A ello se refirió Camila Ocampo, joven estudiante oriunda de Jardín América y presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones.
Ocampo subraya que el pasaje es crucial para que los estudiantes, especialmente quienes no son de Posadas, mantengan su continuidad académica en medio del aumento de los costos de vida. Asimismo, indica que esta herramienta, financiada por el Estado misionero, es un esfuerzo colectivo de la sociedad en su conjunto que apoya el acceso equitativo a la educación pública. Además, profundizó en temáticas tales como los costos de la vivienda, las dificultades económicas en general y la salud mental de los estudiantes.
La extensión del boleto estudiantil es muy significativa para los estudiantes misioneros. Para los alumnos de la Facultad de Humanidades, explica la presidenta del Centro de Estudiantes de la FHyCS, que tienen actividades hasta el 19 de diciembre, esta extensión es de gran importancia.
Esta herramienta permite a los estudiantes de diferentes puntos de la provincia, de otras partes del país, así como a quienes son de Posadas, sostener su continuidad académica. Esto es especialmente relevante en un contexto donde cada vez es más difícil llegar a fin de mes. Para los hogares donde varias personas estudian y trabajan, cada peso cuenta, y el boleto estudiantil ayuda a aliviar la carga económica. Aunque se le llama “gratuito”, apunta Ocampo, los estudiantes son conscientes de que se financia con el aporte de toda la comunidad misionera, siendo una política que se mantiene con un esfuerzo colectivo de la provincia para que miles de jóvenes puedan seguir estudiando sin que el costo del transporte sea una limitación.
Muchos estudiantes son también trabajadores y saben lo que implica sostener un hogar, pagar el alquiler, los gastos y la comida, además de intentar progresar. Por ello, celebran esta política y la ampliación de los días, entendiendo el contexto difícil actual.
El boleto estudiantil gratuito también promueve la equidad territorial, permitiendo que jóvenes de distintos puntos de la provincia, del país o de zonas alejadas dentro de la ciudad puedan acceder a la educación pública y a las universidades sin que su lugar de origen condicione sus posibilidades. La provincia de Misiones es una de las pocas que ofrece un boleto estudiantil totalmente gratuito.
Retos a la hora de estudiar
Los principales desafíos, indica Camila Ocampo, que enfrentan los estudiantes en materia de vivienda y estabilidad financiera en Misiones incluyen la creciente dificultad para llegar a fin de mes, el aumento del costo del alquiler y el complejo panorama económico general. Muchos estudiantes también son trabajadores, e incluso con un solo trabajo, a menudo no les alcanza, lo que lleva a algunos a tener dos. El costo de vida, que incluye el alquiler, los gastos y la alimentación, dificulta el sustento familiar mientras cursan sus estudios. También existe una gran preocupación por los aumentos de alquiler, ya que algunos estudiantes experimentan aumentos cada dos meses, mientras que antes eran cada seis meses. Esto ha provocado una gran deserción estudiantil, que ha tenido que dejar sus viviendas alquiladas y regresar a sus lugares de origen debido a limitaciones económicas.
Finalmente, la presidenta del Centro de Estudiantes de Humanidades enumera los distintos servicios de apoyo estudiantil existentes, además del Boleto Gratuito. La Universidad también brinda apoyo a través de iniciativas como albergues y comedores, aunque la demanda de estos servicios a menudo supera su oferta. Además, el Centro de Estudiantes trabaja activamente para acompañar a los alumnos, especialmente a los ingresantes, brindándoles información sobre las políticas de apoyo disponibles, tanto dentro como fuera de la Facultad, como las becas Progresar.
También intentan facilitar la búsqueda de empleo a los estudiantes que necesitan trabajar para mantenerse, reconociendo que, si bien no es la situación ideal, es una realidad para muchos. Asimismo, se organizan charlas y se ofrecen recursos relacionados con la salud mental, reconociendo que la inestabilidad financiera y la presión de trabajar mientras se estudia afectan significativamente el bienestar y el rendimiento académico. Su objetivo es crear una red de apoyo entre los estudiantes para ayudarlos a afrontar estas dificultades.
































































