A dos meses de las elecciones, el Frente Renovador se erige en sinónimo de estabilidad presente y futura. Mientras que en la vereda opuesta se encuentran opciones volátiles y contingentes.
La Renovación estableció un esquema de gobierno duradero en el tiempo que combina lo simbólico con el bienestar social y la previsibilidad de un porvenir luminoso para los misioneros. Nunca fue una administración rígida, ha demostrado su capacidad de adaptación y reinvención conforme pasaron los años, la inclusión de nuevas generaciones, así como el impulso de problemáticas propias de este tiempo son evidencia de ello.
Por otro lado, las diferentes oposiciones no pudieron hacer pie debido a la constante radicalización y contradicción de sus propuestas, que hicieron de su Programa electoral un horizonte no deseable para gran parte de los habitantes de la tierra colorada. El vacío contra lo garantizado.
El votante misionero le ha dado su confianza al proyecto conducido por Carlos Rovira debido a características palpables en los sucesivos gobiernos renovadores: sentido de pertenencia y comunidad, mejora en la calidad de vida y en los aspectos cotidianos, independencia política.
La identidad del gobierno de Misiones se entrelaza con la de su población, lo cual le permitió mantener su autonomía a lo largo de las distintas y variadas administraciones nacionales.
La importancia de llegar hasta el último rincón de la provincia y poder entablar interacciones cara a cara es ampliamente valorado por la ciudadanía. Y ese es uno de los ejes que hace mantener la vigencia de un Frente Renovador que ya transita su quinto mandato en Misiones.
Las palabras y las ideas vertidas se observan en los hechos: esta Semana Santa encontró a la provincia con una actividad plena, con niveles récord en el turismo, combinados con exigencias como el examen PCR negativo para visitantes de fuera de Misiones. Así como la insistencia con los protocolos de seguridad y el distanciamiento social.
“Primero Misiones” es más que una mera frase. Significa enfocarse en la gestión propia, con sus recursos y brindar respuestas inmediatas a cuestiones que no pueden esperar, como la Salud y la Educación.
Al fin y al cabo, como dice el Ing. Rovira, el poder está en la gente.