Por Verónica Derna
La ex ministra de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones, actual jefa de la Agencia Territorial Posadas del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, escribió una columna de opinión en Misiones Online en la que advierte sobre la importancia de consolidar una estrategia integral para frenar el cambio climático.
Hablar de cambio climático y desarrollar estrategias para frenarlo no es una cuestión de moda, ni para unos pocos. Pero si es una tendencia desde 2019 llamar a esta problemática como emergencia climática/climate emergency. Es el principal problema ambiental del siglo presente, no conoce fronteras y llama a todos los habitantes del mundo a un accionar urgente para reducirlo y/o frenarlo y evitar mayores daños al ambiente.
La modificación en las pautas de consumo, el uso de energías renovables, la salvaguarda de nuestra soberanía alimentaria, el desarrollo de modelos de producción basados en la agroecología, la incorporación de la mujer en las políticas y decisiones sobre el ambiente, la protección de los suelos y los recursos hídricos, la protección de los ecosistemas, sus funciones y los servicios que nos proveen, la transversalización y promoción de la educación ambiental, la adopción de procesos cada vez más amigables con el ambiente por parte del Estado, del Sector Privado y de la Sociedad en su conjunto deben constituirse en los ejes troncales de un cambio profundo en las conductas de relacionamiento con la naturaleza y que configurarán un nuevo paradigma de sociedad misionera.
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La particularidad misionera
El ecosistema de la Selva Atlántica que otrora se extendía de manera contundente sobre Argentina, Brasil y Paraguay, se retrae progresivamente y se hace cada día más difuso, sin embargo, en Misiones aun late con fuerza, mostrándose como una perla verde incrustada entre horizontes abarrotados de soja que flanquean desde los países limítrofes.
Misiones, una provincia con enormes recursos naturales y una rica biodiversidad, ha sabido construir históricamente una imagen que la proyecta, destaca y la hace reconocida internacionalmente por estos atributos, pero fundamentalmente por el camino trazado en materia de políticas, gestión y visión sobre este contexto natural, que la han sabido destacar también de otras provincias de la región y de los países vecinos.
La construcción de un paradigma político centrado en el ambiente se asienta sobre el desarrollo de un sustrato normativo adecuado y coherente que establezca las bases para que el mismo tenga proyección y sostenibilidad en el tiempo. En este sentido es fundamental robustecer y dinamizar los procesos legislativos para construir esas bases, responder a las demandas y generar una gestión política más adaptativa a la crisis ambiental que el mundo enfrenta.
Las más de 100 leyes ambientales sancionadas en Misiones se alinean con las políticas ambientales y fortalecen la economía de los municipios y la provincia en su conjunto.
Hace unos meses, el presidente de nuestra Cámara de Diputados, Ingeniero Carlos Rovira, junto al Gobernador de nuestra provincia, Dr. Oscar Herrera Ahuad, amalgaman, mediante el proyecto Silicon Misiones, las economías del conocimiento con las economías verdes, embarcándonos en un nuevo y muy buen desafío que responde a encontrar un modelo de desarrollo económico y productivo más adecuado a nuestro territorio, nuestra cultura y, por sobre todo, a nuestra naturaleza. Un modelo de desarrollo misionerista.
Las instituciones conforman el brazo fuerte a través del cual se materializa la implementación de las políticas, por ello la creación nuevas áreas del ejecutivo tales como las Secretarías de Estado de Agricultura Familiar, de Energía, Industria y la muy reciente de Cambio Climático, dan cuenta del esfuerzo que lleva adelante el gobierno provincial, posicionándose en la región con un perfil de innovación permanente y de desarrollo sostenible.
Estas nuevas áreas vienen a suplementar y reforzar el trabajo de otras dependencias del Estado como los ministerios de Ecología y Recursos Naturales Renovables, de Turismo, el del Agro y la Producción, la Biofábrica, por citar algunos, a los que se suman también el sector privado y las organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro que trabajan articulando en el mismo sentido, entendiendo que son piezas fundamentales, que no pueden ser ajenas a las políticas mencionadas y de un proceso que nos involucra a todos.
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La mujer como protagonista en la lucha frente al cambio climático
No dejaré escapar la oportunidad para destacar el rol que la mujer tiene en torno a las acciones que se llevan adelante para hacer frente al fenómeno del cambio climático. La mujer, al ser mayoría entre las comunidades rurales, a las que considero verdaderas líderes de la sustentabilidad, resultan ser las más afectadas por este problema al perder sus fuentes de trabajo o sus fuentes de producción de alimentos y debe salir a generar alternativas para compensarlas y producir cambios. Por ello, es importante que estén involucradas, que tengan acceso a la información adecuada, que generen opiniones y participen de los lugares de toma de decisiones, principalmente en lo que implica la planificación e implementación de las medidas de mitigación y adaptación para mitigar o frenar el cambio climático.
En este sentido, ONU Mujeres manifiesta: Las mujeres y las niñas son agentes de cambio. Ellas desempeñan un papel fundamental y a menudo no reconocido en las acciones para hacer frente al cambio climático y en la gestión de los recursos naturales. En la mayoría de los países en desarrollo, por ejemplo, las mujeres son las principales administradoras de la energía en el hogar y suelen ser importantes agentes de cambio en la transición hacia las energías sostenibles.
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Trabajo mancomunado
Solo entendiendo que el trabajo debe ser llevado adelante así, en conjunto, involucrando a los distintos sectores, a los pueblos originarios, desde los gobiernos locales, en sintonía con las estrategias trazadas por las provincias, el país y organismos internacionales, lograremos obtener los resultados que esperamos, la mitigación y/o adaptación de este problema. Problema que está presente y no hay que dudar de ello, que late, que también ocasiona pérdidas de vidas, afecta a la flora, a la fauna y a nosotros, los seres humanos. Es algo tangible, vemos a diario las consecuencias, por ejemplo, la extinción de ciertas especies animales o las pérdidas de vidas humanas ocasionadas por inundaciones, incendios forestales, sequías, entre otras. Si no lo atendemos ya, estaremos sentenciados a reinventarnos ante la presencia de nuevos fenómenos en el futuro, de los que no podemos predecir las consecuencias ambientales, sociales y económicas.
Por ello, muchos países han asumido un gran compromiso internacional en El Acuerdo de Paris, el 12 de diciembre de 2015, que fuera puesto en vigor oficialmente el 4 de noviembre de 2016, formando parte 189 países, con el objetivo de reducir sus emisiones y colaborar para adaptarse a los efectos del cambio climático, así como llamamientos a los Estados para que fortalezcan sus compromisos a lo largo del tiempo.
El Acuerdo ofrece una vía para que las naciones desarrolladas ayuden a las naciones en desarrollo en su labor de mitigación del cambio climático y adaptación a este, al tiempo que crean un marco para el seguimiento y la presentación de informes transparentes de los objetivos climáticos de los países.
Argentina forma parte del mismo y trabaja en ese sentido desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, mientras que nuestra provincia lo hace a través de sus representantes en el Consejo Federal de Medio Ambiente.
Tenemos una provincia federal que se involucra con los procesos y responsabilidades del país, trabaja de manera responsable para generar los cambios esperados, contribuyendo para alcanzar las metas del acuerdo de Paris, pero principalmente para brindar respuestas a cada misionero, e incidiendo directa o indirectamente en el sostenimiento y/o fortalecimiento de la economía de los gobiernos locales en el marco del desarrollo sostenible.
Finalmente los invito a “imaginar y pensar un futuro para todos, donde escuchemos y aprendamos de la naturaleza y nuestros ancestros, y donde todos cuidemos nuestra casa común».
La autora es Jefa de la Agencia Territorial Posadas del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación. Anteriormente se ha desempeñado como:
Directora General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovales (2010-2015)
Integrante de la Comisión Permanente de Asuntos Legislativos y de la Comisión de Bosques del Consejo Federal de Medio Ambiente – CoFeMa
Ministra de Ecología y Recursos Naturales Renovables (2015-2017)
Representante de la Provincia de Misiones ante el Consejo Federal de Medio Ambiente – CoFeMa
Diputada Nacional por el Frente de la Concordia Misionero (2017-2019)
Integrante de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano