Por Fiorella Del Piano
Las próximas elecciones del 7 de mayo presentan la pugna entre un modelo pensado por y para los misioneros y distintas variantes de ideas políticas más ligadas a ser satélites de quienes conduzcan eventualmente la Nación.
A tres semanas que Misiones elija autoridades provinciales, el escenario exhibe una particular claridad, elemento poco habitual en Argentina, con respecto a lo que se dirimirá en las urnas: por un lado, el Frente Renovador ostenta una gestión revalidada una y otra vez por la ciudadanía gracias a la praxis política pensada y ejecutada por y para los misioneros; por el otro, la dinámica opositora replica lo que sucede a nivel nacional, es decir, internas, disputas estériles alejadas de las problemáticas del misionero de a pie. A lo que se agrega una irritante dependencia de lo que se decide a más de mil kilómetros de la tierra colorada.
El trayecto renovador en la política vernácula tiene diversidad de hitos para destacar, pero en esta campaña el discurso está enfocado no solo en resaltarlos, sino en proponer y explicitar el camino hacia el futuro: “No tenemos límites en nuestras ideas, en nuestra visión, en la posibilidad de incorporar cada vez con más fuerza el vigor de la inteligencia, del conocimiento de la ciencia al quehacer cotidiano. Traerlo a la mesa de los misioneros”, argumentaba el Ing. Rovira, conductor de la Renovación, en el marco de la presentación de los candidatos del FR. Y concluía su parlamento invitando a la totalidad de los misioneros a “seguir con la innovación, que hoy nos trae más trabajo, a seguir con la creatividad en todas las chacras y en todos los pueblos de Misiones”.
En el mismo sentido se expresaba el candidato a gobernador Hugo Passalacqua en aquel encuentro político, en su caso respecto a la disputa con Nación: “es una pelea muy grande que vamos dar con el poder central, desde nuestro lugar provincialista, hay que invitar a todos los sectores políticos, sin distinción, no somos sectaristas”. Este fragmento destaca lo que es un aspecto central de la política de gobierno: salirse de lo que vulgarmente se conoce como la “grieta” y evitar todo tipo de sectarismos. Los hechos respaldan esa postura, en los últimos tiempos se han sumado distintos sectores al Frente; desde profesionales independientes sin experiencia política partidario, pasando por jóvenes que recién comienzan a militar dentro de un espacio que los pone en una posición central, hasta desencantados de las dos grandes coaliciones nacionales.
El desencantamiento relatado se aprecia claramente en los sucesos nacionales, que tuvieron repercusiones provinciales de las que Misiones no está exenta, que involucraron a Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, entre otros ilustres hombres y mujeres. Esa interna, de la que aprovechan Milei y los radicales para llevar agua a su molino, sería tragicómica si no fuera porque la disputa es por quien se muestra más intransigente de cara a 2024: van aumentando la apuesta sobre quien será el que quite más derechos, el que menos proteja a los que menos tienen y el que se convierta en el mayor destructor del tejido industrial, productivo y tecnológico de Argentina.
Las réplicas de aquel sismo se expresaron en Mendoza, donde el diputado y candidato a gobernador De Marchi desafió a la conducción nacional del PRO y anunció que va a la Justicia rechazando la decisión de un conocido de la casa como el senador Humberto Schiavoni, quien oficia de interventor de Propuesta Republicana en la tierra del buen vino.
Otro tanto sucedió aquí, puesto que el histórico dirigente y presidente del bloque del PRO en la Legislatura misionera Jorge Ratier Berrondo y el ex concejal radical Osvaldo Navarro mantienen fuertes diferencias con la actual dirigencia de Juntos por el Cambio en la provincia, y dejaron trascender que existe la posibilidad de que compitan en las PASO del 13 de agosto con una lista por fuera de la estructura cambiemita.
Una provincia sustentable
El ecosistema disruptivo (Silicon Misiones, Escuela de Robótica, Secundaria de Innovación, Parque Industrial, Polo Tic) es reconocido en toda la región, la potencia del turismo es innegable, se observa en los datos luego de cada fin de semana largo, una atención sanitaria de primer nivel (que incluye a la única cirugía robótica del país y América) y una herramienta dinamizadora de la economía como el Puerto de Posadas son aspectos valorados de manera casi unánime por la ciudadanía.
A ellos se le suma el papel que está llevando Misiones en cuanto a la producción agrosustentable, en la que se destaca a nivel país gracias a un modelo de uso masivo de bioinsumos de producción propia, en detrimento de distintos químicos utilizados en otras regiones. Quien describe con claridad como se lleva a cabo este proceso es el candidato a vicegobernador, Lucas Romero Spinelli: “hemos encarado un programa de bioinsumos enorme este último año (biofertilizantes y biopesticidas). Una propuesta que incrementa el valor de la producción, que cuida la salud de nuestros productores, porque no son químicos, son orgánicos. También hemos encarado un trabajo histórico en las chacras misioneras llevándoles kits solares, para proveer energía, eso también es tecnología. Al igual que las antenas digitales”.
Una novedad en ese campo es la que se dará a conocer en los próximos días y atañe a la Certificación Agrosustentable, lo que significará un fuerte impulso a la exportación de productos misioneros. Ligado a lo anterior, también es inminente la inauguración de una fábrica de bioinsumos, única de su tipo en la región, que abastecerá al país y exportará al mundo.