El giro de las campañas electorales de las propuestas a los plebiscitos emocionales facilita la irrupción en escena de personas descontextualizadas sin ideas claras en desmedro de los proyectos políticos.
(*) Por Nicolás Marchiori
El Doctor en Comunicación e investigador del CONICET Luciano Elizalde, sostiene en la obra “La gestión del disenso” de co-autoría con Mario Riorda que el sistema de medios de comunicación se ha vuelto el “teatro de operaciones” del disenso y el “proveedor de los mecanismos” para el disenso violento o agresivo en el escenario público. Las situaciones de disenso, incluso aquellas en las que los jugadores usan la violencia física directa, son mediatizadas y sus resultados exhibidos y expandidos ante la opinión pública. Los medios de comunicación, y sobretodo los grandes medios concentrados de las corporaciones, funcionan como mecanismos de canalización y de realización de la violencia simbólica o de la agresividad social.
En este sentido, sostiene Elizalde, la cultura de masas necesita de motivos y activadores de interés, de mecanismos estresantes y las expresiones de violencia potencial o real son siempre gratificantes desde el punto de vista de las audiencias. Los propios jugadores del sistema político y de los sistemas subordinados (económico, social y cultural) utilizan la presión y la acción simbólica para afectar a sus rivales y adversarios.
En este contexto, el sistema de medios de comunicación gana al encender la atención de los espectadores, lectores y usuarios por medio de la exposición dramática del disenso violento, y algunos jugadores del sistema político y económico, adquieren el acceso al escenario público para lograr presión psicológica sobre adversarios, enemigos, aliados y observadores.
¿Quiénes ganan con la grieta?
La filósofa belga Chantal Mouffe deja en claro en su libro “Agonístics. Thinking the World Politically”, que las cuestiones políticas no son meras cuestiones técnicas a ser resueltas por expertos. Las cuestiones políticas propiamente dichas siempre involucran decisiones que requieren de una elección entre alternativas opuestas. Esto es algo que la tendencia dominante en el pensamiento liberal, que se caracteriza por un enfoque racionalista e individualista, no puede comprender. Es por esto, que a decir de Mouffe, el liberalismo es incapaz de concebir de manera adecuada la naturaleza pluralista del mundo social.
La interpretación típica del pluralismo es que vivimos en un mundo en el cual efectivamente existen diversos valores y perspectivas, pero nunca vamos a lograr adoptarlos a todos; sin embargo, al unirlos, podrían constituir un conjunto armonioso y no conflictivo.
Sentencia esta pensadora que la negación de “lo político” en su dimensión antagónica es lo que impide a la ideología liberal concebir la política de una manera adecuada. En el mismo sentido, este pensamiento también es ciego respecto de lo político debido a su individualismo, que le impide comprender la formación de las identidades colectivas. Pero claro está que lo político está relacionado desde el principio con las formas colectivas de identificación, ya que en este campo siempre estamos tratando con la formación de un “nosotros” en oposición a un “ellos”.
El reconocido politólogo y analista político Mario Riorda señaló recientemente con respecto a las PASO que “las campañas electorales han muerto y los debates en torno a las propuestas han sido suplantadas por plebiscitos emocionales que se ponen en juego a partir de las dicotomías». Lo expuesto por Riorda desnuda con crudeza lo que sucede en la actualidad. A las claras, la grieta ha destruído toda posibilidad de debate y de presentación de propuestas de cara a la sociedad. Esa mutación hacia la cuestión emocional ha transformado al voto en un elemento para expresar descontento y hostilidad dejando en un segundo plano al análisis de propuestas, programas y proyectos políticos. Esta coyuntura facilita la aparición de personas descontextualizadas, sin un peso específico de las ideas y los argumentos. El voto responde más a una postura “anti” que a “favor de”.
En este orden de ideas, queda claro que los grandes ganadores en este contexto son aquellos que no tienen ideas ni argumentos, y sus discursos se basan en frases envasadas y por lo general asociadas con un relato nacional disociado de los verdaderos intereses y necesidades del ámbito local.
Los mismos de siempre, reciclados
En el análisis del devenir histórico se puede vislumbrar un denominador común en las crisis que vinieron luego del retorno de la democracia: en la hiperinflación de Alfonsín, la crisis del 2001 en la presidencia de De la Rúa, y el gobierno de Macri con endeudamiento proporcional a la fuga de capitales, siempre hubo influencia del radicalismo.
En la provincia de Misiones, Martín Arjol, el candidato que irá a la cabeza en la lista de la alianza de Juntos por el Cambio pertenece a las filas del centenario partido. Un jóven abogado que ya lleva 8 años en el cargo de concejal de Posadas que tuvo su pico máximo de exposición mediática cuando en un spot de campaña propio se mostraba conduciendo un vehículo que presentaba una abultada deuda de patente. En segundo lugar acompaña a Arjol la abogada Florencia Klipauka Lewtak de Oberá que responde política y financieramente a Pedro Puerta, un millenial ecléctico que una semana puede aparecer abrazado a productores en alguna feria franca de la provincia y la semana siguiente en un streaming vía Twitch jugando a los videojuegos con amigos de Buenos Aires.
La lectura errónea de los resultados de las PASO envalentonó a la fuerza política referenciada con el procesado ex presidente Macri y cuyo jefe de campaña y principal operador es el ex gobernador Barrios Arrechea a tal punto que en los últimos días han salido a instalar con total impunidad la idea de impulsar una ley que elimine la indemnización por despido de los trabajadores, facilitando así a los patrones a despedir a sus trabajadores en forma arbitraria y sin necesidad de justificar la causa.
Realidades que hablan
Rumbo a noviembre comienza a diferenciarse claramente un escenario que enfrenta a dos modelos antagónicos. Juntos por el Cambio hoy representa a esa ideología de corte neoliberal que pretende continuar con las mismas políticas económicas que impulsó Macri durante su presidencia, con una serie de reformas que significaron la quiebra de miles de Pymes, la pérdida de miles de puestos de trabajo, un endeudamiento descontrolado proporcional con el nivel de fuga de capitales, el crecimiento de la pobreza y la disparada de la inflación en torno a los 50 puntos anuales durante el año 2018 y 2019.
Enfrente, el Frente Renovador de la Concordia aparece con el gran capital político que le ha dado el manejo exitoso de la pandemia gracias a la implementación de una estrategia binaria que robustecía el sistema de salud sin descuidar la economía logrando rápidamente volver a niveles de actividad similares a la pre pandemia.
En los peores momentos de la pandemia a nivel nacional, quedó claramente en evidencia la existencia de un modelo, un proyecto político más allá de los nombres propios y cuyo centro de todo es el ciudadano misionero.
Con el Gobernador Oscar Herrera Ahuad y con el Intendente de la Ciudad de Posadas Leonardo “Lalo” Stelatto, considerado el mejor Intendente de una ciudad capital del país, la Renovación deja evidenciar un horizonte claro en materia de proyecto y continuidad de políticas públicas.
Misiones presentó el mayor crecimiento de la región y las perspectivas son mejores para los años venideros. En el rubro de empleo joven es la provincia que mejor se adaptó a la economía que está creciendo en el mundo, hablamos de la economía del conocimiento, que requiere mano de obra joven y especializada y solo Misiones emerge como un polo formador y capacitador de todo el norte. En la misma línea, el Parque Industrial y de la Innovación de Posadas se erige como un atractivo central para la llegada de empresas que se va concretando semana a semana. Desde el sector de las pymes admiten que miran a Misiones por su ubicación estratégica pero principalmente por la calidad de los servicios, de la educación, de la salud, del entramado tecnológico, del mantenimiento de sus rutas y las fuerzas de seguridad que están distribuidas en todo el territorio, a diferencia de otras provincias del Norte que tienen concentradas sus fuerzas de seguridad en la capital.
Con una pandemia que está llegando a su fin, serán muchos los problemas que demandarán atención y respuestas de la clase dirigente, y ese es el principal motivo por el cual la Renovación no se detiene a perder tiempo en las peleas estériles derivadas de la grieta. El conductor del Frente Renovador Ing. Carlos Rovira ha sido claro al respecto, sosteniendo que “Hemos sido los primeros en dar el paso de no quedarnos en ese sentimiento, porque no conduce a nada, y porque eso es vacío, eso es la grieta, algo que los misioneros hemos superado. Esa suerte de liberación permite ubicarnos en un espíritu constructivo y colaborativo para resolver los grandes problemas que tenemos”.
(*) NICOLAS MARCHIORI – Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Posgrado de Especialización en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer y del Centro de Análisis y Estudios Políticos (Colombia).-