El productor yerbatero se refirió a la actualidad del sector, con precios muy por debajo de lo que necesitan las familias para una vida digna. El valor del kilo de hoja verde entró nuevamente en un vaivén, lo cual dificulta la actividad.
El INYM fue uno de los primeros organismos en perder sus facultades, una de las razones fue los fuertes intereses de los grandes jugadores del sector yerbatero, al menos así lo cree Ygor Sobol, productor yerbatero de la provincia: “habrá sido por la presión de algunos sectores porque cuestiones que le interesaban más al presidente las manejó con más tiempo, como la macroeconomía, el dólar, etc.”.
“No creemos que desregulación o mercado libre sea algo malo por sí mismo, sino que el traspaso, de la forma que se hizo, por ejemplo, dejar acéfalo al INYM de un día para el otro, causó un daño muy grande, al igual que todas las otras desregulaciones realizadas”, argumenta Sobol.
El análisis desde adentro que realiza el productor luego de meses de desregulación es demoledor: “El productor primario está quebrado, desahuciado, sin esperanzas, muy golpeado financieramente”.
Luego de una leve mejoría, dice Sobol, donde el kilo de hoja verde alcanzó los 300, 305 pesos, nuevamente se produjo un descenso en el precio: “hay muchos secaderos que ya están en 250, en 200 pesos nuevamente. Son muchos los factores que inciden en el precio, pero el productor la está pasando mal realmente”.
Como conocedor del sector, el productor afirma que el precio del paquete de yerba en góndola, muy celebrado por el gobierno nacional, es atractivo para el consumidor, pero a costa de los eslabones más débiles de la cadena de producción: “el productor y el tarefero”.
Sobol no deja de mostrarse sorprendido por la saña demostrada por la administración Milei por destruir todo lo más rápido posible, como el caso del Instituto Nacional de la Yerba Mate, organismo creado por los propios productores yerbateros.
Un aspecto destacado por el dueño de Yerba Mate León es la trazabilidad de la yerba mate recientemente implementada por el gobierno de la Provincia: “es un proceso para tener un control general de la yerba mate, entenderlo en profundidad y luego aplicar otras cosas, como, por ejemplo, un INYM provincial o un sistema que regule el flujo de materia prima para medianamente acompañar la demanda con la producción”.
“Necesitamos un sistema de organización de la producción, dosificar la misma, alguien tiene que hacerlo porque el productor realmente no lo pudo hacer porque por las necesidades que tiene, entonces termina otra vez saturando los secaderos y bueno el precio se vuelve a plancha”, argumenta Sobol.
Al ser consultado por el futuro de las economías regionales, el productor habla de un clima de total incertidumbre y grafica con su caso personal: “yo pasé de un momento a otro de ser un productor primario a directamente tener que comercializar”. También esgrime que los productores van a tener que unirse y desarrollar distintas tareas: “un sector va a tener que dedicarse a organizar la forma de extraer la hoja verde, otros como sacar la producción terminada, crear nuevos secaderos, marcas, molinos”.
“Tenemos que sacar la yerba canchada de los canales convencionales de circulación, que van desde Misiones hacia Corrientes. Tenemos que salir con nuestra producción lista y tener el poder sobre ella en varios aspectos, reteniendo canchada, sacando nuevas marcas”, detalla y subraya la existencia del acompañamiento del gobierno provincial, pero que necesitan también del gobierno nacional y nuevos mecanismos de financiamiento.
El productor obereño también abordó la cuestión de la política partidaria, recordemos que es un sector que se volcó fuertemente a Milei en las elecciones de 2023, Sobol considera que lo que se vio en los últimos comicios provinciales es un buen mapa del sector que hoy está dividido en 3: quienes continúan con su apoyo a La Libertad Avanza, quienes se sienten referenciados por la Renovación y quienes optaron por la opción del Pays.
Finalmente, Sobol concluye señalando que “tenemos que focalizarnos en nuestro trabajo, más allá de que tengamos a una a una línea de trabajo u otra de forma nacional, tenemos que pensar un poquito más en lo que hacemos nosotros acá”.