Por Aníbal Blasco
Claves para comprender la producción de alimentos en Misiones y pistas para potenciar la actividad.
Creo que todos (o la mayoría) reconocemos la calidad y los precios accesibles que encontramos en el mercado concentrador y en las ferias francas de la provincia, hacemos comparaciones, comentamos con amigos y familiares lo que compramos, a que feria fuimos, a qué hora, concluimos que nos gusta porque es más barato y los productos son frescos y naturales. ¡Bien! que siga así, aplausos para los productores.
Spoiler Alert: quiero contarles que para que estos productos frescos, naturales y a buen precio estén disponibles todas las semanas requieren una dedicación cotidiana muy especial. La lechuga, los tomates, los morrones, huevos y zanahorias que vamos a ver en la siguiente imagen insumen un cuidado y una atención prioritaria, día a día.

Sí, seguramente la mayoría de nosotros diría que esas cuestiones son de público conocimiento, que sabemos que las familias productoras o quienes se agrupan en cooperativas se levantan al alba, trabajan la tierra, la riegan, cultivan, cosechan y luego llegan a nuestra mesa. Suena lógico, ¿no? Ah lo anterior sumémosle que destacamos como un punto a favor el origen orgánico de los alimentos.
Pero el proceso previamente descripto no es nada, pero nada sencillo ¿Qué hay detrás del trabajo de la tierra? Un conjunto de organismos vivos y nutrientes que conforman el suelo que dan vida a los productos que forman parte de nuestra dieta cotidiana; si pensamos unos segundos en que de una semilla se obtiene, por ejemplo, lo que observamos en las imágenes que ilustran esta columna, es sencillamente increíble; enfoquémonos en la tierra, pues aquí se encuentra el núcleo de la cuestión, según mi evaluación general de la actividad agrícola.
Semillas y organización
Suponga usted lector que comienza de cero: ¿Dónde las obtenemos? ¿Cuánto cuestan? ¿Cuántas necesito? Sería fácil comprarlas en algún lugar, pero ¿Y el dinero? Y si lo tuviera ¿De qué calidad? ¿Como sé que es bueno? En este momento cumplen funciones de suma importancia ciertos actores estatales. Uno de ellos es la Biofábrica, laboratorio de investigación en constante expansión y actualización para el desarrollo de todas las líneas productivas que demanda la región.

Fuente: https://biofabrica.misiones.gob.ar/
A la Biofábrica se le suma un organismo provincial, creado en 2015, que vino a resolver los interrogantes que hemos planteado: trabajar la tierra. Este ente es la Secretaria de Estado de Agricultura Familiar. Su finalidad es atender a las familias que se dedican a la producción primaria en toda la provincia, que ascienden a más de 50 mil, y que son las mismas que producen lo que compramos en las ferias y el mercado concentrador.
Trabajar la tierra: Para esta tarea era necesaria la creación de esta Secretaría estratégica. Un lugar que atienda las necesidades del productor porque no alcanza solo con tener las semillas, que el Estado haga el esfuerzo e invierta en biotecnología para desarrollarlas y entregarlas es un primer paso. Luego; mediante capacitaciones, cursos y monitoreos a través de diversos organismos (INTA, IFAI, ministerio Del Agro y la Producción, ministerio de Desarrollo Social, la propia Secretaría de Estado de Agricultura Familiar, entre otros) vemos que esa tierra necesita un riego especial y controlado, mangueras, aspersores, cintas de goteo, es decir, insumos críticos e indispensables.
Asimismo, son necesarias las construcciones de invernaderos e invernáculos, donde se necesitan postes, medias sombras y rollos de plásticos; así como herramientas de trabajo y maquinarias especiales. Esta enumeración consiste solamente en la primera etapa, en la puesta en marcha de la actividad.
Todo lo mencionado requiere de inversiones importantes, que están fuera del alcance de la mayoría de los mortales. En este sentido, debo resaltar lo valioso de que por medio de estos organismos se ofrezcan soluciones, recursos y capacitaciones al misionero de a pie. Sumado a Programas como el Plan Tractor, el Programa Nacional Manos a la Obra, el Fondo de Crédito para Misiones, subsidios no reembolsables y financiamientos blandos son solo algunos recursos existentes, para que, repito, tengamos acceso a productos frescos de alta rotación hechos en Misiones.
Hay conceptos que ganan espacio mediático y permean el sentido común, pero muchas veces no se publicita del mismo modo la definición de los mismos. Por eso considero esencial definir la sustentabilidad relacionada a la agricultura. Dicho de otro modo, el significado de Sustentabilidad y Agricultura Biodinámica, esta idea promueve la integración e interacción armónica entre el ser humano, el reino animal, el vegetal y el suelo. Todo enfocado a la sustentabilidad, tanto en los aspectos productivos, como económicos para fortalecer las aptitudes del productor agropecuario y las relaciones con su entorno.
Es por ello que se debe consolidar, difundir y practicar dicho concepto, ya que es un eje central en la Política Alimentaria, Nutricional y Soberana, responsable con el medio ambiente, que desarrolla productos agroecológicos sanos y en origen.
Este breve recorrido pone el foco en el esfuerzo diario y mancomunado entre familias productoras, Estado, y la demanda (compradores) responsable. Los tributos, las tasas y las contribuciones realizadas por cada ciudadano retorna a la sociedad en forma de distintos beneficios; uno de los cuales es la alimentación saludable al alcance de todos los misioneros.
Tomemos el ejemplo de nuestros productores rurales y potenciemos lo realizado en Misiones, a través del consumo y la producción responsable, que incluye el cuidado al ambiente y el derecho a una dieta saludable.
El autor es Licenciado en Comercialización y Maestrando en Administración Estratégica de Negocios. Además, es Profesor en la Universidad Nacional del Alto Uruguay.