El Director de “Por tu bien” se refirió a las condiciones de producción actuales, los circuitos de exhibición, el estado del arte y su ópera prima.
Desde la asunción de Javier Milei el cine argentino es un desierto, el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) no financió ningún proyecto, el ataque a la cultura es constante y pese a ello el misionero Axel Monsú estrenó “Por tu bien”, su ópera prima que aborda la vida de una adolescente de una familia religiosa en la frontera entre la provincia argentina y el Brasil. El film tuvo un intenso y exitoso recorrido por distintos festivales dentro del país y en el extranjero.
Guionista, cineasta, miembro de la productora “De la tierra”, Monsú comienza señalando que “Por tu bien” es “una película de ficción que está narrada en un lenguaje de thriller y de suspenso y que va adentrándonos en la vida de una adolescente que crece en una comunidad muy cerrada, regida por una religiosidad casi sectaria en la cual ella va siendo obligada a abandonar sus pequeños anhelos e inclusive la escuela”. Y agrega: “este seguir por tu bien, que es como se llama la película, la lleva a que en un momento se encuentre en una situación de muchísima vulnerabilidad y ella tiene que poder tomar una decisión para romper con un ciclo que se viene dando de generación en generación. Es una película que tiene muchos condimentos”.
Acto seguido, Monsú explica la dificultad para proyectar la película, un film que es el segundo más visto del cine nacional con solo 3.000 espectadores, mientras que la décima más vista extranjera tiene 300.000. “Por ejemplo, si no tuviéramos la red de espacios INCAA no podríamos haber exhibido la película”, afirma y detalla que en Misiones consiguieron por un momento proyectarla en el cine Las Tipas.
El cineasta dice que su obra es un “coming of age”, es decir, un género narrativo que se enfoca en la maduración de un personaje joven hacia la adultez. “Los distintos mandatos que los adolescentes tienen que respetar, especialmente religiosos, los mandatos que deben respetar los hombres”, profundiza Monsú.
La especificidad de la frontera está presente, con un personaje que habla en portuñol, por ejemplo, así como la accesibilidad de los subtítulos descriptivos, aspecto que fue destacado por el titular de la Cámara de Representantes Oscar Herrera Ahuad.
Monsú relata que escuchó al ex gobernador comentar que no veía cine nacional porque “no entendía nada” dado que tiene disminución auditiva y las películas nacionales no tienen traducción, entonces “le escribí y le dije: “Oscar, tenés que venir a ver nuestra película que tiene subtítulos”. Y sentencia: “es algo que los medios y los productores culturales y artísticos tenemos que aprender, es otro idioma”.
La situación del cine
“No tenemos demasiadas expectativas con la situación actual”, indica Axel Monsú acerca de la política oficial a nivel nacional sobre el cine, “por lo tanto tratamos de hacer otras cosas”.
“Es un absurdo el virus del odio que se mete en la gente para que estemos entendiendo que somos nosotros el problema. A mí me parece que nos llevan a descreer de las instituciones y de las organizaciones y a pensar que todo se soluciona comprando, vendiendo”, explica.
“Cuando nosotros llegamos a Misiones en 2003 era muy difícil, hacer una película era una utopía. Hicimos una cooperativa, hicimos un montón de cosas y todo lo hicimos desde el sector privado, articulado con el Estado, generando mecanismos”, añade Monsú sobre su experiencia personal trabajando en la tierra colorada.
“Hay cajas solidarias, cajas de crédito, hay mil cosas que funcionan, similar a la bolsa de valores, pero con otro objetivo”, detalla y argumenta “no solo existe la filosofía de encajar en la economía, yo me críe en Colonia Alberdi, donde filmamos la peli, y en Oberá. Hice un documental donde la gente cuenta que los primeros colonos se organizaron antes que el Estado y generaron un montón de cosas de manera comunitaria”, comenta el cineasta sobre su lugar de origen.
Acerca de los costos de una película como “Por tu bien”, el Director expresa que es muy costosa, no tanto como producciones del tipo de “Lilo & Stich” o “Misión Imposible”, pero aun así el número es elevado: “Una película como la nuestra sale un millón de dólares en el plano internacional, en nuestro país el costo es de trescientos mil dólares, es decir, 300 millones de pesos”.
“El proceso es el siguiente: una pequeña PYME lleva su guion al INCAA, hay un comité que lo selecciona la industria, que no lo seleccionan los funcionarios de turno, lo leen, te dan el interés y antes te daban herramientas de crédito para que vos puedas ir haciendo esa película y consigas más recursos y después vengas y rindas los costos y te devolvían el 60% del costo. O sea, vos tenías que poner el 40%”, explica de esta manera Monsú el proceso de realización de una película en nuestro país.
“¿Quién paga el cine? La gente que va al cine. ‘Por tu bien’ la pagaron todas las personas que fueron a ver cualquier película en el territorio nacional con sus entradas. Estos mecanismos virtuosos fueron generados desde el sector privado, procesos que se generan desde las empresas, desde las cámaras, que se rompieron la cabeza buscando leyes que además están tan bien hechas que la plata cuando pagas una entrada al cine va directo a la caja del INCAA, no pasa por el Tesoro Nacional, razón por la cual el organismo es constantemente bastardeado, ya que como es una caja se busca eliminarla, como cuando se hizo el pacto fiscal, que se le puso el fin a un montón de leyes que tenían fondos específicos, entre ellas el fondo del tabaco, entonces cada vez que vuelve un gobierno que lo que viene a hacer en la cultura como en todos lados es dilapidar la producción nacional”, detalla el realizador y argumenta que “hay un montón de empresas en la provincia de Misiones y pudimos hacer esta película porque hay desarrollo tecnológico, compañeros que viven y laburan de eso acá, que se equiparon, que se capacitaron y hace 20 años esa gente no existía acá”.
Monsú finaliza el diálogo subrayando que todo el proceso descripto ha llevado a que se establezca una gran maquinaria creativa y productiva “que hace una película que queda entre 1600 de todo el mundo, es seleccionada en Rusia y gana un festival donde hay actores de Hollywood, incluso Sony nos pidió ver la película”.
“La plata sigue llegando a la caja del INCAA, pero no sale, lo mismo hizo Bolsonaro en Brasil. Nosotros íbamos a hacer una coproducción con Brasil, después se cayó, entonces hicimos una película nacional”, concluye.