Por Karen Fiege
El curioso camino que tomó la infusión por excelencia de la Argentina para llegar a lugares como Siria, Líbano, Turquía o Qatar.
Este 2021 cierra con Siria encabezando el ranking de importadores de yerba mate. Algunos árabes lo definen tan habitual como rezar o ayunar, pero ¿Cómo llega nuestra tradicional infusión a ser parte de la cultura de medio oriente?
El mate es una infusión con hojas de yerba mate, un árbol nativo de la selva Paranaense, que se extiende entre Argentina, Brasil y Paraguay.
Los argentinos, uruguayos, paraguayos y brasileños son los consumidores más conocidos de esta bebida en el mundo.
Sin embargo, una oleada de inmigrantes árabes, en su mayoría libaneses y sirios, llegó a nuestro país entre 1850 y 1860, pronto adoptaron la costumbre de tomar mate, y los que pudieron volver se lo llevaron consigo, hasta convertirse en el país que más yerba compra a Argentina, llegando a un récord el 2018 de 34 millones de kilos, y si de números hablamos, vale la pena mencionar que de las exportaciones de yerba mate del país el 80% de ellas va hacia Siria y Líbano. El primero compró 31 millones kilos de yerba en 2019 y el segundo completó con unos 751.000 kilos.
Los testimonios sirios relatan que post conflictos el precio de la yerba aumentó, costando alrededor de un dólar estadounidense. Lo suelen tomar con agua o leche y alguna especia desde jengibre, miel, cardamomo, clavo de olor o tomillo.
En Siria es tan común, que muchos piensas que es una costumbre propia de allí, cuando en realidad nos pertenece. Los guaraníes, y luego la llegada de los jesuitas ayudó a que se traslade a lo largo y ancho de nuestro país. Pero el mate sigue traspasando fronteras y hoy ya lo encontramos también en Turquía y Qatar, aunque con algunas diferencias.
En los países árabes el recipiente es más pequeño y también lo es la bombilla, los paquetes que se venden son de 250 gramos y aquí viene la diferencia más notoria: lo que se comparte es el termo, y lejos de ser por motivo de pandemia, lo fue desde el principio por una cuestión de higiene y seguridad sanitaria, y si se ven obligados a compartirlo, se enjuaga la bombilla con agua caliente y ralladura de limón.
El mate se convirtió es una costumbre de algunos países árabes importada de Argentina, pero en cualquier lugar que se lo tome, provoca la misma camaradería.
La cultura matera continúa asentándose en los hogares del Medio Oriente, y achica cualquier tipo de distancia entre ambos continentes.