La dura derrota sufrida por el radicalismo en la mayoría de las facultades que componen la Universidad Nacional de Misiones marca el fin de un modo de gobernar y exhibe el fracaso de unas ideas perimidas en el plano ideológico, político y económico.
De cara a las vacaciones de invierno, y en pleno feriado largo, Misiones se destaca dentro del escenario nacional. La opinión unánime de quienes la visitan resalta la limpieza, la calidez humana, paz social, progreso, inversiones, transformaciones y calidad de vida de sus ciudadanos, con dos elementos fundamentales: salud y educación de primer nivel a cargo del Estado. En ese sentido, también debe señalarse las constantes obras públicas en los distintos municipios, capacitación a los jóvenes para los empleos del futuro y el alto nivel de actividad de las economías regionales.
A lo anteriormente mencionado, se suma un clásico de la tierra colorada: la exuberante naturaleza que cubre todo su territorio, los saltos, la costanera, el polo gastronómico y las playas.
Este presente es fruto de un modelo de provincia que conlleva grandes transformaciones sociales, culturales, educativas, económicas en beneficio de los misioneros. Las plataformas educativas que impulsan la formación de los jóvenes como Silicon, Polo Tic, Robótica; sumado a la llegada permanente de inversiones y empresas en los parques industriales, la inminente apertura del Puerto de Posadas para exportar con menores costos, el apoyo firme y contundente de la provincia a la yerba mate, la foresto industria y otras áreas de la economía rural, las obras en rutas, viviendas, escuelas y hospitales que no se detuvieron ni siquiera en lo peor de la crisis.
La sensibilidad social del gobierno es otro valor reconocido por la ciudadanía, al estar pendiente y presente en todas las necesidades que se generaron durante la pandemia, asistiendo a quienes se quedaron sin trabajo o con sus ingresos disminuidos por las restricciones. No solo llegó la asistencia a los trabajadores sino también a las empresas, comercios y agricultores.
***
Algunos sectores de la oposición impulsan otro modelo de provincia, como el diputado Arjol, que elogia el modelo de Corrientes, un modelo con escasos servicios y pocas obras, un modelo que beneficia a un puñado de grandes empresas forestales y yerbateras que no permiten el crecimiento de los pequeños productores, ya que quiere solamente empleados. En Corrientes no hay pequeños productores. Todos trabajan para los gigantes, que a la vez tributan muy poco y no reinvierten. La salud mayoritariamente es privada y muy costosa, la educación igual, no hay obras viales en marcha para mejorar los caminos en mal estado, ni tampoco energía disponible para producir. Es que un Estado sin impuestos es un Estado vacío que no puede ofrecer nada a sus habitantes. Solo los grandes se benefician. La gente se arregla como puede.
Durante la pandemia quedó demostrado que el Estado debe tener una presencia firme en la redistribución de los servicios para llegar a los sectores de nivel medio y bajo. Los modelos sin impuestos, que solo benefician a los grandes capitales, están cayendo en todo el mundo. Han fracasado.
Las nuevas generaciones de profesionales y estudiantes universitarios que se forman con las últimas ideas de la economía y los diferentes modelos de Estado han abrazado la propuesta del Frente Renovador, la innovación, la mirada hacia el futuro y la articulación con los sectores privados.
***
La frescura de las ideas que impulsa la Provincia llegó a la Universidad donde las propuestas vinculadas a la Renovación se impusieron en casi todas las Casas de Estudios de la UNaM, siendo la más renombrada la Facultad de Ciencias Económicas, donde históricamente el radicalismo tuvo el control de la mano de la Agrupación Franja Morada.
No se puede no vincular la fuerte articulación de Silicon Misiones, el Polo Tic y otras especialidades impulsadas por el Gobierno, principalmente en la figura del contador Lucas Romero Spinelli, que han cosechado adhesiones desde el modelo económico y desde lo ideológico.
Los jóvenes profesionales dejaron de creer que sacando impuestos hay prosperidad, todo lo contrario, hay pobreza, y Misiones avanza con modernidad y empleo en todos los sectores de la economía. La falacia de los poderosos para no pagar impuestos cayó con el resultado de Económicas. Es un triunfo del discurso de la verdad por sobre la mentira y la evasión.
La derrota del radicalismo en Económicas es doblemente dura: desde lo ideológico, desde lo político y desde el convencimiento de las nuevas generaciones que el camino correcto es el que mira al futuro, no el que pretende quedar anclado en modelos feudales y patrones de estancia como el caso de Corrientes.
El resultado de la Universidad fue un claro ensayo de cercanía y coincidencias del modelo provincial con los jóvenes más formados y preparados para el futuro, sin dejar de analizar que se opaca el horizonte electoral de los radicales de Juntos por el Cambio, quienes a través de la Franja Morada históricamente conducían los destinos de esa Facultad.
***
El desgranamiento de Juntos por el Cambio es una constante que se viene agudizando semana a semana desde la Nación hacia las provincias, con las permanentes disputas entre los principales dirigentes, preocupados por sus cargos, pero a la vez, alejados de la agenda diaria de los argentinos. Ninguno se ocupa de la inflación o las necesidades de las provincias, solo están pensando en cambiar el sistema electoral para tener más posibilidades en 2023 de llegar, otra vez, a la presidencia.
Juntos por el Cambio es un frente sin rumbo tanto a nivel nacional como en Misiones. En la Tierra Colorada sus principales exponentes hacen una especie de militancia gastronómica, mostrándose en restaurantes y publicando luego la selfie en redes sociales. Desde su visión de la política, esa es la construcción que le ofrecen al misionero. La foto superficial y superflua que muestra una supuesta unidad cuando la realidad es totalmente diferente: peleas permanentes y zancadillas por los cargos. La gente, después de la presidencia anterior, tiene las antenas más alertas y no cae en el arte del engaño y el marketing, porque quedó claro que no hay proyecto, no hay trabajo, no hay compromiso, no hay cercanía con la gente, es todo un engaño y el cansancio del electorado es manifiesto.