Por Fiorella del Piano
En dos semanas los argentinos elegiremos entre dos opciones muy distintas y con alto impacto en la provincia. El tándem Milei/Macri con su menú de privatizaciones, recortes y ajustes versus el proyecto encarnado por Sergio Massa de inclusión federal y desarrollo nacional.
La recta final del periodo electoral cristalizó las opciones, más allá de las múltiples operaciones de prensa, fake news, especulaciones varias y denuncias infundadas. Se enfrentan dos modelos: por un lado, un proyecto inclusivo, federal y desarrollista con el foco en el crecimiento de todo el país; por el otro, el combo de las ideas libertarias más disparatadas y temibles como la venta de órganos, la privatización de la salud y educación, la libre tenencia de armas, la desaparición de la obra pública, la estigmatización de las minorías, las peleas hasta con el Papa, todo mezclado con el macrismo residual, es decir, el espacio político que es el responsable de la crisis de deuda que atraviesa Argentina. El mismo Mauricio Macri fue quien definió de la mejor manera a su candidato, al referirse a Milei como “tirarse de un auto que va a 100km por hora” o que su mayor virtud es la “incertidumbre” que propone.
Una de las claves de esta crucial elección es el sentimiento de impaciencia de parte de una buena porción del electorado, que exige distintas modificaciones y mejoras en su calidad de vida. Aunque existan problemáticas de distinto calibre y tenor, que insumirán más o menos tiempo, todos deberán ser tratados por amplios bloques sociales y políticos. De allí la importancia de la unidad nacional. En contraposición, aparece un encantador de serpientes que promete soluciones fáciles e inmediatas para problemas acuciantes como el poder adquisitivo, la inflación o la moneda nacional.
Estos discursos de alto impacto suenan muy bien en spots, entrevistas o videos en redes sociales, también captan voluntades electorales desesperanzadas, pero es conveniente pensar y analizar detenidamente estas propuestas efectistas. Quienes vivimos en el norte grande conocemos de primera mano lo que fue el gobierno de Macri, así como la larga década del ’90, que terminó con la implosión de 2001. Por ello, no es de sorprender que muchos gobernadores e intendentes de las provincias hayan encendido las luces de alarma respecto al corte absoluto de fondos desde Nación hacia el interior del país, como propone el candidato de La Libertad Avanza. No solo la idea repetida hasta el cansancio por Milei de eliminar la Coparticipación Federal de Impuestos, sino también todo tipo de fondos y recursos para obras de infraestructura.
Si eso sucede, literalmente (y no es algo que no haya existido y no lo sepan bien los misioneros que vivieron bajo el gobierno de Ramón Puerta) no se podrán pagar los sueldos de la administración pública. Es decir, médicos, enfermeras, policías, docentes, entre otros, no tendrán sus haberes mes a mes.
La propuesta del candidato liberal también busca reducir el déficit del Estado y para ello propone el fin de las universidades públicas, todas serán aranceladas; el cobro de la atención en los hospitales con una atención mejor para el que paga más y menor para el que paga menos; y también propone eliminar los subsidios a la luz y el combustible, con lo cual el precio subirá por lo menos cinco veces más.
Sobre el último tema, el de los combustibles, quien empezó a tantear el terreno fue el ex ministro de Energía de Macri y ex titular de la filial argentina de Shell Juan José Aranguren, quien señaló como piso el precio de 900 pesos por litro de nafta. De allí para arriba.
Como mencionamos, este escenario es propicio para que dirigentes misioneros como la familia Puerta, Schiavoni y Goerling se muestren entusiastas con un posible gobierno de Javier Milei. El libertario y Macri representan su idea de país y de provincia, como lo hicieron en los ’90 y como lo llevaron a cabo en el periodo presidencial del padre de Antonia.
Sin embargo, hay una sorpresa en cuanto a la actitud del otrora socio de esa aventura conocida como Juntos por el Cambio en Misiones, el radicalismo vernáculo practica un vergonzoso silencio y su conducción y máximos dirigentes prefieren optar por la tibieza y el lavado de manos ante un momento histórico trascendental del país. Sus propios afiliados, militantes y adherentes se han manifestado, ante la pasividad de los dirigentes, en contra de privatizar las universidades, la salud pública y la creación de un mercado de órganos. Mientras el radical de a pie expresa su indignación ante tales atropellos, la jerarquía de la UCR Misiones se siente más cómoda siendo furgón de cola de Macri y Puerta.
La situación del radicalismo en la tierra colorada contrasta fuertemente con lo que sucede a nivel nacional, desde su titular Gerardo Morales, quien ha tildado a Milei como un “pelele de Macri”, pasando por Emiliano Yacobitti, hasta Martín Lousteau han marcado sus diferencias con las ideas y manejos de Mauricio Macri, que actuó como un patrón de estancia acordando entre gallos y medianoches su alianza con Milei.
La hiperactividad de un hombre de Estado
En medio de una campaña bien federal, recorriendo todos los puntos del país, Sergio Massa continúa aportando y buscando soluciones, como el restablecimiento del flujo de combustibles ante un embate especulador, o, tal vez el ejemplo que mejor capta los intereses que defiende cada espacio, la prórroga de la jubilación anticipada. Este beneficio alcanza a sectores trabajadores que tuvieron la desgracia que sus patrones no hayan realizado aportes jubilatorios.
Mientras el ministro de Economía prorrogaba el beneficio y protegía al laburante, Milei daba indicaciones a su abogado para que vaya a la justicia a intentar suspenderlo.
Consumo, energía, yerba y turismo
Precisamente, Massa cimentó junto al gobierno provincial dos acciones beneficiosas para el pueblo misionero. En primer lugar, se confirmó la tarifa diferenciada de la energía eléctrica para el verano en Misiones. El beneficio alcanza tanto a sectores que no reciben subsidios (familias de medianos y altos ingresos), como a la industria y el comercio. Además, se eleva a 650kw/h la ayuda para los usuarios con ingresos medios.
El segundo acuerdo logrado fue la continuidad del Programa Ahora Misiones +21, un baluarte muy apreciado por comerciantes y consumidores que ha logrado un récord de ventas en toda la provincia.
Otra cuestión de repercusión esta semana fue el laudo yerbatero, que tuvo el aumento más alto en la historia medido en términos porcentuales, una gestión gubernamental ante el ministerio de Economía de la Nación que implica brindar mejores condiciones a los productores del sector.
Así como Macri se relame con la posibilidad de tener una marioneta de Presidente que le permita acceder al sector hidrocarburífero de la mano de YPF en Vaca Muerta, Ramón Puerta y su retoño sueñan que de la mano del libertario se produzca la desaparición del INYM, que el precio fluctúe y suceda un revival de los ’90 cuando los grandes molinos pagaban a piacere al productor, sin ningún tipo de regulación.
Finalmente, pese a las intensas lluvias, el extraordinario espectáculo de las Cataratas del Iguazú atrajo a miles de turistas para observar in situ la magnificencia de tal maravilla.
Con respecto a las inclemencias climáticas, la provincia aprobó el desafío y atendió estas contingencias en toda la provincia. Inundaciones, destrozos, protección a las familias, todo se logró atender, así como había sucedido en ocasiones de sequía e incendios.
Previsión, equilibrio y Estado presente son las claras señales del camino a continuar.