La gestión del equipo misionerista ante una crisis sin precedentes de escala mundial generada por el Covid-19.
(*) Por Nicolás Marchiori
El 10 de marzo se inauguraba en la ciudad de Posadas la Escuela secundaria de Innovación, primera de su tipo en la Argentina. En aquella oportunidad, el Ing. Carlos Rovira expresaba unas palabras que hoy adquieren gran relevancia: “No hay que temer a nada, hay que hacer uso de la nueva ciencia. Los misioneros estamos preparados para el capítulo que se viene, aquí felizmente no vamos a caer en el pánico. Las ciencias médicas nos protegen y estamos trabajando en los nuevos desafíos sanitarios.”
En la noche del jueves 19 de marzo, tras mantener una reunión con todos los gobernadores del país, el Presidente de la Nación anunciaba la cuarentena total en toda la Argentina desde esa misma medianoche y hasta el 31 de dicho mes, con el objetivo de frenar la propagación del virus que produce la enfermedad Covid-19, un enemigo invisible a los ojos de todos.
No pasó un día y en Misiones, el Presidente de la Cámara de Representantes provincial, Carlos Rovira, y el Gobernador de la Provincia, Oscar Herrera Ahuad, empezaban a esbozar la estrategia para hacer frente a esta situación desconocida que arrastraba al mundo entero a una situación de incertidumbre. Fueron 10 las medidas recomendadas por Rovira, entre ellas la creación de un Fondo Anticíclico que mitigue los efectos del impacto económico negativo, el reforzamiento del sistema de salud mediante la adquisición de insumos vitales como los equipos de oxígeno y respiradores para hacer frente a los casos graves, y una acción que ha demostrado ser esencial en la contención del virus: el control fronterizo internacional e interprovincial.
Transcurrieron 43 días de aislamiento obligatorio hasta que la Provincia comenzó a transitar el camino de la denominada “nueva normalidad”. Casi un mes y medio que fue clave para comenzar a aplicar la “estrategia binaria”, modelo de gestión adoptado por Misiones para hacer frente a la pandemia.
En ese lapso de tiempo se logró dar cumplimiento a un requisito fundamental para que la puesta en práctica de la citada estrategia sea exitosa, robustecer el sistema de salud con fondos propios, una metodología que es política de Estado en nuestra provincia. Ejemplos de ello son la inauguración -en plena pandemia- del Hospital de San Vicente con servicios que lo constituyen de Nivel III, fundamental para abastecer la demanda de la zona noroeste de Misiones, como así también la reciente entrega de una flota de ambulancias que hizo el Gobierno a diferentes centros de salud de la provincia.
Otro aspecto importante para garantizar el éxito fue la liberación paulatina de actividades del sector productivo, lo cual permitió la puesta en marcha del motor económico, manteniendo medidas de apoyo financiero a los sectores más castigados por los embates del coronavirus. Se puso en práctica un sistema vertical que permite la incorporación de los jóvenes al sector productivo, con protocolos sanitarios estrictos. Actualmente, la actividad económica de Misiones se encuentra en un funcionamiento cercano al 90%.
En el plano educativo, hasta la fecha la provincia no ha retomado el dictado de clases presenciales. Desde el día 1 del inicio de la cuarentena el desarrollo del ciclo lectivo transcurre en su totalidad de forma virtual gracias al soporte tecnológico brindado por la Plataforma Guacurarí, un recurso innovador cuyo éxito lo ubica como punto de referencia para las demás provincias del país. Dejó de ser una modalidad optativa para convertirse en la principal herramienta educativa en tiempos de pandemia, adaptándose a la realidad social de cada alumno. Según los registros oficiales, cuenta actualmente con 407.000 usuarios en todo Misiones. Una verdadera revolución educativa.
Transcurridos casi 5 meses de cuarentena en la Argentina, este virus, que ha demostrado su poder altamente destructivo en todas las regiones del mundo, encontró en nuestra provincia un equipo de gobierno decidido, sólido, pragmático y exitoso, que viene marcando un estilo propio en la administración y gestión de esta crisis sin precedentes, ubicándose dentro de las 3 provincias con menos casos positivos -detrás de San Juan y San Luis- y teniendo a su gobernador, Herrera Ahuad, como uno de los mandatarios con mayor imagen positiva.
Pese a todas las dificultades que genera el contexto actual, se ha logrado establecer una “nueva normalidad” apelando a la responsabilidad social y comunitaria de todos los misioneros, con un Estado presente que se esfuerza en todo momento para mitigar los efectos destructivos de este enemigo invisible; asistiendo, apoyando, estando cerca de todos los misioneros. Basta con una mirada generalizada hacia el mundo para tomar real dimensión de este escenario catastrófico, en donde el orden y la administración responsable de los recursos públicos, mediante una política de Estado consistente en no generar deuda, permiten al Gobierno provincial afrontar de la mejor forma posible la coyuntura.
¿A qué se refiere el Gobierno cuando nos habla de “Estrategia Binaria”?
Bajo la lógica de la toma de decisiones propias y soberanas, el equipo misionerista diseñó un abordaje multi-objetivo para la gestión del escenario de crisis generado por la pandemia. Debido a las políticas públicas llevadas adelante en todos estos años por la Renovación, con prioridad en la educación y la salud, pero sin dejar de lado el desarrollo económico de la provincia, el Gobierno pudo sentar bases sólidas para pensar en una salida con una perspectiva binaria: es decir; poner en práctica medidas de protección sanitaria y al mismo tiempo establecer un plan de flexibilización gradual de las diferentes actividades económicas que cimentan el aparato productivo de la provincia.
Misiones se preparó con anticipación tanto para las demandas sanitarias como para las educativas, con fondos propios y recursos humanos locales. La mayor parte de las personas mayores de 65 años y aquellas que tienen enfermedades preexistentes importantes fueron puestas a resguardo, dejando que gran parte de la población circule, siempre con los cuidados y las medidas sanitarias adoptadas.
Nuestra provincia cuenta con un gran porcentaje de personas jóvenes, por lo que se buscó sostener el sistema productivo con esos actores y, como hemos mencionado, proteger en especial a quienes son considerados como “población de riesgo”. La implementación de protocolos estrictos y la apertura gradual de las actividades permiten una reactivación económica con un funcionamiento casi total de los sectores que integran el entramado productivo de la provincia.
Si bien no hay certezas acerca de cuándo se terminará la pandemia, felizmente podemos sostener que efectivamente Misiones no ha caído en el pánico.
(*) NICOLAS MARCHIORI – Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis. Becario de la Fundación Konrad Adenauer.-