En comparación con el resto del país, la realidad de Misiones es totalmente diferente a la de las grandes ciudades que cada vez imponen más restricciones generando desempleo, desigualdad y discusiones políticas que no aportan soluciones a los problemas reales.
En el transcurso de los últimos meses quedó demostrado que la provincia de Misiones atraviesa una situación sanitaria, económica y social mucho mejor que el resto del país.
Desde el inicio de la pandemia, el manejo binario de la situación sanitaria sin descuidar lo económico dio resultados que hoy, están a la vista. Los ciudadanos misioneros se están vacunando a un ritmo extraordinario, los hospitales continúan atendiendo, los niños y jóvenes siguen acudiendo a las escuelas, el sector gastronómico y comercial continúa con su actividad cumpliendo con los protocolos establecidos.
A diferencia de otros puntos del país, la industria y la producción funcionan con toda su capacidad instalada generando empleo y ayudando a distintos sectores que atraviesan un momento difícil debido a la pandemia.
Todo lo enumerado anteriormente no es casualidad, más bien, es el producto de un trabajo planificado, pensado y ejecutado con mucha dedicación, preocupación y ocupación por parte del Gobierno Provincial, los intendentes, los concejales y los diputados que ponen primero a los misioneros.
En comparación con el resto del país, la realidad de Misiones es totalmente diferente a la de las grandes ciudades que cada vez imponen más restricciones generando desempleo, desigualdad y discusiones políticas que no aportan soluciones a los problemas reales.
Hoy los misioneros eligen a sus representantes para la Legislatura provincial y Concejos Deliberantes; en ese sentido, es necesario reflexionar acerca del voto y pensar qué es lo más conveniente para los misioneros, si continuar por el camino del cuidado, del trabajo, de la planificación, de la creación de hospitales, la continuidad de las obras públicas, los kilómetros de asfalto; o cambiar hacia alguno de los dos modelos que –a nivel nacional– ya mostraron su capacidad de gestión.
A la hora de elegir, la sociedad va a ponderar la gestión que se manifiesta en obras, generación de empleo y cuidado de la salud. Ese es el único premio de los políticos, la ponderación de la gestión y la confianza de los ciudadanos reflejada a través del voto.
Misiones merece continuar teniendo un gobierno autónomo, con criterio propio, gestión transparente y de puertas abiertas para todos los ciudadanos. Un gobierno, que sólo obedece al mandato y al interés de los misioneros, sin pensar en el poder central que no sólo se olvidó de la provincia, sino que también hizo falsas promesas.
Misiones es vista como una provincia ejemplar en modernidad, innovación y manejo de la pandemia, a pesar de contar con menos recursos económicos que el resto de las provincias y tener la coparticipación per cápita más baja del país.
Los dos modelos que constituyen la grieta están en deuda con Misiones, y sus representantes locales no trabajan para que esa deuda se salde; más bien, siguen los lineamientos del poder central sin trabajar en el territorio ni atender de manera real y acabada a las demandas de los misioneros.
Por ese motivo, el esfuerzo del gobierno provincial, del gobernador y del intendente de Posadas, merecen el apoyo de la gente con el voto.